La tradicional oferta de restaurantes con servicio a domicilio -comida rápida, italiana, japonesa y china, principalmente- se ha visto multiplicada exponencialmente en las últimas semanas hasta abarcar todo tipo de propuestas gastronómicas, incluida la gama alta
Desde el pasado 15 de octubre algunas de las cocinas con mayor prestigio de la provincia de Tarragona se han visto obligadas a poner en marcha la opción del 'take away' para mantener el pulso de la actividad y generar al menos una pequeña porción de ingresos que permitan la supervivencia del negocio. La pizza de toda la vida, el kebab, la hamburguesa o el clásico sushi, los reyes del delivery, compiten ahora con las creaciones más elaboradas de restaurantes como 'Les coques', 'La caleta', 'Castillo de Javier', 'Hostal Sport', 'CTT Park by Magdaleno' o la brasería 'Taula Rodona', por citar algunos de los más conocidos y de estilos diversos.
El 'boom' forzoso, alimentado por las medidas de contención de la Generalitat, ha supuesto también el maná para plataformas como Just Eat, Deliveroo, Uber Eats, que están haciendo su agosto en otoño, al igual que otras como To Good to go, que comercializa la comida a menor precio y evita que los restaurantes tengan que tirar los excedentes. Particulares e instituciones, como los Ayuntamientos de las principales ciudades, también han creado canales digitales para tratar de ayudar a los hosteleros.
La duda que se plantea es si la 'moda' del consumo a domicilio a domicilio ha llegado para quedarse o se volverá a diluir con la vuelta a la normalidad. Desde la AEHT, Javier Escribano lo considera una solución de urgencia "cuando pensábamos que el cierre era por quince días... Ahora que la situación se prolonga, son muchos los empresarios que lo han dejado porque consideran que no les sale rentable mantener abierto el negocio sólo con los ingresos de la venta a domicilio".
Precisamente el delivery ha provocado una fuerte polémica en Cataluña. La interpretación de las mutuas catalanas sobre la prestación por cese de actividad, -que se conceden hasta el 31 de enero-, ha terminado de soliviantar a los empresarios y encender los ánimos. Los bares y restaurante se encuentran en una situación similar a la del mes de marzo, pero con una respuesta totalmente diferente: "Por un lado -denuncian desde la AEHT-, la prestación ya no es el 70% de la base de cotización, sino que oscila entre el 40% y el 50%; por otra parte, ya no se permite combinar el servicio de delivery con el cobro de la prestación, ya que la interpretación del Decreto de la Generalidad de Cataluña da por sentado que si te acoges a la alternativa de ofrecer comida a domicilio no existe cese de la actividad y por tanto no se cumplen los requisitos para otorgar la prestación". Las patronales de todas las provincias catalanas han unido esfuerzos para corregir lo que entienden como "un total disparate".