La estrategia turística más adecuada de cara a la inminente Semana Santa ha superado en este 2021 las barreras de los foros económicos para convertirse en un debate abierto entre dos fuerzas antagónicas enfrentadas. Por una parte, los virólogos advierten que relajar ahora las restricciones sanitarias, -cuando por fin se ha alcanzado una cierta sensación de control sobre la pandemia-, se traducirá en una nueva ola de contagios que podría afectar a la temporada de verano. Por la otra, el tejido empresarial necesita de forma urgente la reactivación para comenzar a facturar cuanto antes.
Las dudas sobre la receta más sensata para la desescalada copan a diario los titulares de los medios de comunicación. La Generalitat, al igual que en el resto de las autonomías, ha optado por una vía intermedia para las próximas semanas. A partir del próximo lunes se abren las 'fronteras' interiores de Catalunya para los grupos 'burbuja' de convivencia, siempre bajo la premisa de prestar la máxima atención a los protocolos de seguridad. Por el contrario, todo indica que la movilidad entre las regiones seguirá restringida al menos hasta el mes de mayo.
La apertura de la movilidad entre las comarcas catalanas ha supuesto un balón de oxígeno para el sector turístico de Tarragona, que no obstante acoge con cautela las nuevas medidas. Pese a la pérdida del turista español, de enorme peso en la Costa Daurada y Terres de l'Ebre por estas fechas, al menos con el mercado catalán asegurado se podrá salvar la Semana Santa: "Los visitantes de Catalunya van a permitir trabajar razonablemente bien a los establecimientos del interior, y también se moverán los campings y los apartamentos turísticos; con respecto a la planta hotelera, lo más probable es que puedan abrir los hoteles pequeños y, en parte, alguna de las grandes cadenas", vaticina Xavier Guardià, portavoz de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT). "En algunos casos se abrirá unos días y se volverá a cerrar, ya que este año la Semana Santa llega muy pronto y luego queda la travesía de abril y mayo en una situación de incertidumbre por las restricciones".
"Por supuesto -expone Guardià- que tenemos muchas ganas de trabajar, ya que llevamos tiempo sin hacerlo con el volumen acostumbrado, pero lo más importante ahora mismo es preservar mucho el verano; no podemos olvidar la lección de las Navidades pasadas... si por estos cinco o seis días se nos retrasa la temporada de verano o puede afectar negativamente, preferimos perder la Semana Santa para asegurar los meses de mayor actividad".
Objetivo prioritario: salvar el verano de 2021
La FEHT avanza que un pinchazo en la temporada estival puede ocasionar problemas muy importantes para las cuentas de unas empresas cuyo pulmón económico se ha deteriorado en 2020. Un año de transición, "al 60 ó 70% de un ejercicio normal", serviría para salvar la compleja situación actual, "pero otro como 2020 sería catastrófico para los que llevan sin trabajar desde octubre de 2019".
Algunas asociaciones no están de acuerdo en no poner toda la carne en el asador en Semana Santa para salvar a los grandes complejos hoteleros de la costa
La radical postura de la FEHT, incluso dispuesta a sacrificar la Semana Santa en aras de normalizar el verano, no ha gustado a todos por igual. La Associació d'Empresaris d'Hostaleria de la provincia de Tarragona (AEHT) y la Associació Hotelera de la Província de Tarragona (AHPT), que aglutinan a más de 700 socios -entre ellos 130 alojamientos turísticos, y algunos tan señalados como el H10 Imperial Tarraco, Termes de Montbrió, Le Meridien Ra, Hotel Class, Hostal Sport u Hospedería de Poblet-, no está de acuerdo en no poner toda la carne en el asador en Semana Santa para salvar a los grandes complejos hoteleros de la costa: "Nuestro verano es todo el año; la provincia no es sólo Salou, Cambrils o La Pineda, cuya situación no refleja la diversidad ni la realidad de los negocios del territorio que no dependen de la touroperación; sin restricciones de movilidad en Cataluña podremos comenzar a recuperarnos", razona Magí Mallorquí, presidente de la AHPT.
Europa se despereza
Pese a la indefinición y a la falta de un cronograma que permita planificar el arranque de temporada a gigantes como PortAventura World o a las grandes cadenas hoteleras, el síntoma más esperanzador es la recuperación de cierto ritmo en las reservas que llegan desde Europa, sobre todo desde el Reino Unido gracias a su elevado ritmo de vacunación. "Estamos a la expectativa de una realidad muy cambiante, pero sí, la información de que el ritmo de los touroperadores se está acelerando es correcta", confirma la FEHT.
Por lo que respecta a los campistas, en el seno de la Confederación de Campings del Mediterráneo (CCM) -en la que están integrados todos los grandes campings desde Girona hasta Alicante- preocupa especialmente la recuperación de ese turista europeo, principal cliente de esa tipología de alojamiento en Tarragona: "Como subsector diferenciado dentro de los campings españoles, en el Mediterráneo nuestro mercado emisor radica en la Unión Europea, y para la CCM la campaña Pascua 2021 supone tradicionalmente el arranque de la temporada turística, no sólo en el ámbito nacional sino también en el internacional por los distintos calendarios", explica la presidenta Àngels Ferré.
"A día de hoy -reflexiona Ferré- nos hallamos ante una situación incierta respecto a los viajeros de la UE... ahora mismo lo que más nos interesa es un planteamiento europeo coordinado de las medidas de viaje mientras dure la pandemia; si conseguimos la aprobación del llamado 'pase verde digital' para garantizar una movilidad entre los países miembros se nos abriría una luz al final del túnel de la Covid".
El turismo rural, esperanzado
La Associació de Turisme Rural de les Comarques de l'Ebre (Aturebre) ha acogido con los brazos abiertos la apertura de la movilidad en Cataluña, ya que la influencia del mercado de Barcelona es enorme en los porcentajes de ocupación de las casas rurales. Las previsiones indican que el próximo lunes marcará un antes y un después en la tendencia de las reservas, que hasta ahora mantenían un pulso muy débil: "De momento hay muy poca cosa, y es pronto para el optimismo, pero las perspectivas a partir de la semana próxima son positivas. La apertura de las provincias catalanas era indispensable para salvar la Semana Santa, pero ahora hay que ver cómo están las economías domésticas, que han sufrido mucho en el último año; en todo caso, confiamos en que las reservas van a ir bien, quizá no tanto como en años normales en que rozábamos el 100%, aunque no me puedo mojar", informa el portavoz de Aturebre, Juanjo Bel.
Stop a PortAventura World
La buena noticia de la apertura del mercado catalán se ha visto oscurecida por otra nefasta para los intereses del tejido turístico de la zona. PortAventura World, uno de los grandes motores de atracción de visitas, preveía abrir sus puertas el próximo 27 de marzo, pero finalmente el estreno de la temporada no será factible porque Protección Civil de Cataluña (Procicat) no lo permite hasta nuevo aviso. Fuentes del resort vacacional de la Costa Daurada no ocultan la decepción tras el esfuerzo económico -se calcula una inversión que roza los cinco millones de euros- y humano realizado para poder abrir con todas las garantías de seguridad.
La apertura al público catalán iba a permitir a PortAventura comenzar a funcionar con cierta normalidad, con nuevos espectáculos y al menos un hotel abierto- a la espera de que el mercado nacional y el europeo pudieran comenzar a dar los primeros signos de reactivación. Por el momento los cerca de 1.200 empleados en ERTE deberán seguir esperando; la prohibición específica que afecta a espacios infantiles lúdicos interiores y parques de atracciones finaliza el 28 de marzo, pero la posibilidad de una prórroga planea con un elevado porcentaje de hacerse efectiva.