Desde el pasado lunes, España por fin ha flexibilizado los requisitos sanitarios de entrada en el país. En primer término, llega la esperada admisión de test de antígenos con hisopo (palillo) realizados 48 horas antes, ya vigente en los países más turísticos de la UE desde hace semanas, en lugar de los carísimos PCRs que requieren un presupuesto propio casi tan alto como el viaje. Las pruebas de antígenos cuestan aproximadamente un tercio, entre 30 y 40 euros de media.
Los empresarios turísticos de la Costa Daurada y Terres de l'Ebre acogen con una mezcla de prudencia y esperanza las nuevas facilidades para entrar en Cataluña, ya que la obligación de presentar el PCR suponía una losa económica demasiado pesada para los potenciales visitantes, sobre todo para los viajes en familia. "Aceptar los certificados de vacunación, las pruebas de antígenos... era algo urgente y prioritario: adaptar nuestras exigencias actuales es básico porque pueden ser motivo para replantearse el destino; las reservas van llegando, pero es prematuro hacer un pronóstico; nuestro primer objetivo estaría en torno a un 60 ó 70% de ocupación respecto a 2019, pero todavía seguimos muy pendientes de la respuesta de los mercados extranjeros», expone la presidenta de la Federació Empresarial d'Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT), Berta Cabré.
A partir de esta misma semana también pueden cruzar las fronteras españolas quienes presenten el certificado de haberse recuperado de la enfermedad o estar vacunados con pauta completa 14 días después de haber recibido la segunda dosis. El fármaco de la vacuna debe estar aprobado por la Agencia Europea del Medicamento o por la Organización Mundial de la Salud, lo que en la práctica reduce la lista a las vacunas occidentales y chinas, y deja fuera a la fórmula rusa Sputnik. También se exceptúan las zonas de máximo riesgo como India, Brasil y Sudáfrica. Por el contrario, si se viaja desde zonas de baja incidencia no hará falta ninguna prueba diagnóstica ni certificado de vacunación o inmunidad.
"Las facilidades para la entrada en el país significan buenas noticias, sin duda, porque la llegada del 'gran turismo' europeo todavía no se nota en el territorio; los fines de semana se trabaja bien con el mercado nacional, ya hay algunos franceses, pero muy poco más... Además del corredor del Ebro, confiamos mucho en el cliente francés a partir de mediados-finales de junio, y esperamos que también el alemán y el holandés de regreso a nuestros campings", describe Xavier Guardià, portavoz de la FEHT. "Las reservas para septiembre u octubre van muy bien, y ojalá el pasaporte Covid pueda dar ya la tranquilidad que se necesita para planificar un viaje a Tarragona desde el extranjero".
Vacunación y pasaporte verde
Pese al nuevo paquete de medidas, la sensación generalizada entre los empresarios del sector apunta a que los mercados internacionales se van recuperando con demasiada lentitud. A su juicio, tanto los ritmos de vacunación -en especial entre el personal que tiene contacto con los turistas- como la rebaja de los requisitos para facilitar la entrada de los viajeros extranjeros van por detrás de lo que necesitaría uno de los destinos líderes a nivel mundial, como lo es Cataluña y también España. "Tenemos expectativas de al menos poder salvar una temporada que va a arrancar tarde; salvo un repunte sorpresa de última hora, la realidad es que nos enfrentamos a un año de transición a la espera de que la recuperación definitiva nos llegue en 2022", valora Jaume Orteu, presidente de la nueva Associació Hotelera Costa Daurada i Terres de l'Ebre, -heredera de la Associació de Salou-Cambrils-La Pineda-, que aglutina el 85% de las camas de hotel (55.000) en 98 establecimientos de toda la provincia.
La sensación de seguridad que Tarragona ofrezca a sus visitantes va a resultar absolutamente determinante a la hora de tomar la decisión de viajar. A día de hoy, la provincia se acerca a las 350.000 personas que han recibido la primera dosis y a las 200.000 con la pauta completa. Ello arroja ya unos elevados porcentajes de inmunización que, al reducir el riesgo de contagio, deberían servir de reclamo al turismo extranjero. En este sentido, el director general de Turismo de la Generalitat, Octavi Bono, considera que la efectividad del proceso de vacunación ya empieza a ser evidente: "Debemos entender que la vacuna activa un factor clave, como es la movilidad".
Tanto Bono como otros expertos añaden otros tres vectores a la compleja ecuación para restablecer la movilidad internacional: el pasaporte Covid, los acuerdos de España con países que no están en la UE y la conectividad aérea. El también llamado 'pasaporte verde', -ahora en fase de prueba y cuya entrada en vigor está prevista el 1 de julio-, no ha llegado a tiempo para la planificación de las vacaciones, pero si "genera perspectivas de garantías sanitarias y reduce la incertidumbre", sobre todo para los segmentos de edad más elevada. "De los 10 mercados internacionales prioritarios para Cataluña, siete están entre los 24 de la UE y por tanto participarán en la puesta en marcha de este mecanismo", expone el director general de Turismo, que también destaca el fuerte condicionante de lo que las autoridades de países no UE pidan en el retorno de la estancia en España, en especial la obligatoriedad de hacer cuarentenas: "Si se dan estas medidas, serán mercados todavía difíciles de recuperar".
A efectos prácticos, la FEHT, la Associació Hotelera, Campings de Tarragona y la Associació de Apartamentos Turísticos (AAT) trabajan activamente con varios laboratorios de Tarragona para abaratar y facilitar al máximo todo el proceso de las pruebas de antígenos, en el caso de que éstas sean exigidas a su regreso en sus países de origen.
El respaldo del mercado catalán y nacional
Al igual que ya sucedió en 2020, las empresas turísticas y los destinos más potentes compiten por atraer al mercado doméstico. La coyuntura ha mejorado un 100% desde las duras restricciones impuestas desde la Semana Santa y actualmente la movilidad interior está completamente abierta. "Los turistas catalanes y nacionales vuelven a decantarse por un destino maduro como la Costa Daurada, pero tienen la dimensión que tienen", analiza Jaume Orteu desde el subsector hotelero. "Es verdad que hemos percibido que la gente se empieza a mover con intensidad a nivel regional gracias a una mayor conectividad aérea entre ciudades españolas".
"Desgraciadamente, -razona Octavi Bono- con el turismo nacional no vamos a tener bastante para reactivar el turismo a niveles pre-pandemia; el reto de este verano será, justamente, ver hasta qué punto podremos reactivar el turismo internacional". De hecho, la planta hotelera de Tarragona sólo abrirá al 65% hasta finales de junio, a falta de comprobar cómo se comporta el mercado doméstico -que tradicionalmente reserva a última hora- y si en las próximas semanas se resuelve la incertidumbre que hoy atenaza las salidas de los británicos fuera del Reino Unido. "Si todo sale como esperamos -expone Xavier Guardià desde la FEHT-, creemos que el 90% de los hoteles podrá abrir a partir de julio; es muy difícil gestionar la planificación de las aperturas, pero nuestro sector se caracteriza por la flexibilidad y la capacidad de adaptación a las circunstancias".
¿Qué es el pasaporte Covid?
Aunque será a partir del 1 de julio cuando entre en vigor, las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad ya están expidiendo certificados a modo de prueba piloto del 'pasaporte' Covid. La idea es facilitar con un soporte estándar único -QR digital o en papel- la movilidad entre los 24 países de la UE que lo han creado, al permitir acreditar de manera sencilla que una persona ha recibido la pauta completa contra el covid-19, se ha realizado una prueba diagnóstica de infección activa que ha dado un resultado negativo o se ha recuperado de la enfermedad.