Dudas. Interrogantes. Incertidumbre. Confusión. Son los términos que más se repiten entre los agentes turísticos de referencia en el territorio para describir sus sensaciones en el arranque de la temporada alta. El inestable cóctel de PCR, vacunas, semáforos y cuarentenas hace inviable cualquier tipo de planificación a día de hoy: "Es evidente que se están dando pasos en positivo pero vemos que la temporada no levanta el vuelo; ahora mismo, todavía tenemos muchos mercados europeos absolutamente condicionados por las restricciones", sintetiza Berta Cabré, la presidenta de la Federació Empresarial d'Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT).
Las buenas expectativas de finales de mayo respecto a la recuperación del mercado británico, el tercero por volumen en la Costa Daurada, se han diluido en pocos días. El avance de la variante Delta ha roto en pedazos las previsiones a las puertas de la temporada alta: el endurecimiento de las condiciones de la entrada de británicos en toda la UE -incluida Cataluña y España- ha dejado la famosa green list (lista verde) de países seguros para el Reino Unido en segundo plano.
Esa 'lista verde' del Gobierno británico ahora importa mucho menos que las restricciones a las que se enfrentan los pasajeros británicos cuando embarcan en un avión o en un ferry y, sobre todo, a su regreso. Cualquier alteración de este contexto, en positivo o en negativo, provoca un tsunami en las reservas, "con alteraciones de dos dígitos en 48 horas": "La política de cancelación actual es tan flexible, que se puede hacer prácticamente sin ningún problema; por eso es casi imposible hacer ninguna previsión en un entorno tan cambiante. Hace un mes las reservas apuntaban a un 65-70% de ocupación, pero la variabilidad ha aumentado y no nos atrevemos a dar una cifra sin un estudio más formal", razona Cabré.
Los mercados europeos, en especial el británico, pierden fuelle en las reservas y previsiones y el turismo nacional volverá a ser el clavo ardiente al que se agarre el sector hotelero.
"Somos bastante escépticos... Hasta ahora -expone José Luis Túnez, presidente de la Associació d'Agències de Viatjes Receptives de la Costa Daurada- los británicos se estaban autoprotegiendo, pero ahora son los demás países los que se protegen de la variante india; aunque se activase el mercado a finales de julio, toda la operativa -ofertas, chárters, hoteles...- no se arranca en dos días, y menos en un país acostumbrado a reservar con mucha antelación; la mayor parte de ellos ya piensan en el año que viene, y los que se atrevan, no lo harán en la cantidad que necesitamos". "Sin británicos, ni rusos, bielorrusos, ucranianos... es imposible una temporada normal en la Costa Daurada", resume.
"Es -valora Jaume Orteu, presidente de la Associació Hotelera de la Costa Daurada i Terres de l'Ebre, la antigua asociación de los grandes hoteles del litoral central en Salou-Cambrils-La Pineda- un cúmulo de noticias contradictorias, en el mejor de los casos, que comprometen este inicio de temporada porque no generan ningún confort ni tranquilidad a los turistas internacionales, que suponen para nosotros el 50% de las plazas". "La apertura es lenta y la situación compleja: el verano pasa y la esperanza se va alejando".
Los expertos confirman que un porcentaje elevado de ciudadanos británicos "se han cubierto las espaldas" con dobles reservas en el interior del Reino Unido y también en el extranjero. En las actuales circunstancias, y dado su talante precavido, es más que probable que opten por su reserva británica. "Es probable que Irlanda pueda comenzar a viajar el 19 de julio, y confiamos que hacia finales de mes se den las condiciones para que todo el mercado británico empiece a despegar y alarguemos hasta septiembre u octubre", expresa Joan Calvet, presidente de la Associació d'Apartaments Turístics de la Costa Daurada. Los propietarios de apartamentos, que actualmente ya están operativos al 100% después de un buen Sant Joan, han mantenido en junio ocupaciones de entre el 30 y 40% entre semana y de hasta el 60-70% los fines de semana.
Aperturas progresivas en las grandes cadenas
Sin la flexibilidad de apartamentos o campings en el proceso de apertura, quienes más están sufriendo son las grandes cadenas hoteleras de la Costa Daurada central, con un mercado más turoperador y dependiente del cliente internacional. "Están a la espera de la evolución de las decisiones sanitarias, ahora mismo van abriendo poco a poco y concentrando todos sus clientes en algunos de sus hoteles", describe Berta Cabré.
"La temporada claramente va a ser mejor que la del año pasado, pero todavía estaremos muy lejos del 2019; es una situación excepcional y no es comparable: calculamos que se abrirán el 70% de las plazas hoteleras, con una expectativa de ocupación en torno al 50%", analiza Jaume Orteu. "Los grandes no puedes planificar ni a corto, medio o largo plazo... la estructura de estas compañías es bastante rígida y la temporada es la que es, si no ven un claro cambio de tendencia en las reservas y se mantiene la incertidumbre, no correrán riesgos y no alargarán hasta octubre".
Desde el subsector de las agencias receptivas, José Luis Túnez es algo más optimista con las cifras y cree que abrirán el 85 ó 90% de las plazas hoteleras, "por distintas circunstancias, incluso de mantenimiento de la infraestructura... veremos hoteles que no abran, pero van a ser pocos". No obstante, reconoce que "la turoperación está desaparecida; muchos viajeros están confundidos por las noticias tan cambiantes y al final prefieren quedarse tranquilos en casa".
La ayuda del 'pasaporte Covid'
La semana pasada entró en vigor de forma oficial -se estaba probando unas semanas antes como experiencia piloto- en 25 países de la UE el 'pasaporte Covid': ya pueden cruzar las fronteras españolas quienes presenten el certificado de estar vacunados con pauta completa 14 días después de haber recibido la segunda dosis o haberse recuperado de la enfermedad. Los especialistas consultado lo consideran una excelente noticia, aunque el ritmo de vacunación en Europa todavía es lento y la medida todavía no se deja notar a gran escala. "Está llegando en coche algo de cliente europeo, sobre todo francés, y algo de alemán, belga y holandés... a estos últimos los estamos esperando con los brazos abiertos de regreso a nuestros campings", informan desde la Federació d'Empresaris d'Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT). "Es verdad que la tendencia todavía es suave, pero al menos no partimos de cero como en 2020".
Más 'escapadas' que vacaciones
Hoteles, apartamentos y campings confían en que a partir de este mes de julio se vayan alargando las estancias del cliente nacional de proximidad, bien catalán o proveniente del corredor del Ebro, que se está comportando bien. Hasta ahora el mes de junio ha sido razonablemente bueno, sobre todo durante los fines de semana, "con pequeñas escapadas de una o dos noches y un excelente puente de Sant Joan". "En estos primeros días de julio -comenta Jaume Orteu desde la Associació Hotelera de la Costa Daurada i Terres de l'Ebre- notamos que estas escapadas del turista nacional se van alargando y ya entran más en lo que se podría considerar unas vacaciones cortas".