El Ministerio de Fomento, al menos según su comisionado para el Corredor del Mediterráneo, pretende hacer oídos sordos a las reivindicaciones en materia de infraestructuras suscritas en La Boella por las principales poblaciones del Camp de Tarragona. Los alcaldes confían en que el ministro José Luis Ábalos dé marcha atrás en una 'cumbre' al máximo nivel que se prepara para el primer trimestre de 2019. De no recibir muestras de voluntad política por parte del Estado, las instituciones del territorio avanzan que presionarán "hasta el final" sin descartar ningún tipo de acciones.
El error de bulto cometido hace apenas dos semanas en la Cambra de Comerç de Tarragona por el comisionado del Ministerio de Fomento para el Corredor ferroviario del Mediterráneo, Josep Vicent Boira, al explicitar por vez primera que la Estación Central del Camp, junto al aeropuerto, "no está considerada" en los planes del Gobierno de España ha provocado una tormenta de reacciones entre los agentes políticos, sociales y económicos del territorio. Una cuestión es aguantar casi una década de retrasos y promesas incumplidas por falta de presupuesto, y otra bien diferente digerir una falta de sensibilidad que roza el desprecio hacia las aspiraciones locales de mejora en las infraestructuras.
Los más optimistas, -o quizá más bien ingenuos-, consideran que el comisionado Boira tuvo un lapsus por falta de información. Testigos directos de su intervención en la Cambra aseguran que ni siquiera sabía que llegó a existir un proyecto de estación intermodal que se paralizó en 2010 cuando ya se había iniciado el movimiento de tierras. Con lapsus o sin él, al alcalde de Reus, Carles Pellicer (PDeCAT) le ha faltado tiempo para reunirse con su homónimo de Tarragona, Josep Félix Ballesteros (PSC) y recuperar el pulso del frente común por la intermodalidad.
Ambos alcaldes son conscientes de que el acuerdo suscrito el pasado el mes de abril en La Boella fue enviado oficialmente a Gobiernos que ya no ejercen ni en Madrid ni en Barcelona. El partido al que pertenece Pellicer debería servirle para abrir las puertas de la Plaça de Sant Jaume y alinear al Govern desde la más absoluta complicidad. En principio, no existirá ningún problema ni en el fondo ni en la forma, ya que las reivindicaciones ante la desidia inversora del Estado alimentan diariamente el discurso de la Generalitat. La reunión formal está prevista este mes "para enviar formalmente la posición de Cataluña al Ministerio de Fomento antes del final de 2018".
El secretario de Infraestructuras de la Generalitat, Isidre Gavín, ya ha avanzado que harán suyas las aspiraciones de Tarragona, Reus, Salou, Cambrils y Vila-seca y que el proyecto está en la agenda de negociación con Madrid. El Govern considera básica la estación intermodal en el aeropuerto para el modelo creado con Hard Rock Entertainmet World y las conexiones con Barcelona y El Prat.
La ventaja de un ministro valenciano
Por lo que respecta a Ballesteros, su estatus en el PSC y sus excelentes contactos dentro del partido socialista también deben jugar a favor a la hora de acceder al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, desde una posición de cierta solvencia y solidez. El alcalde de Tarragona está seguro de que podrán arrancar un compromiso claro: "La intermodalidad del aeropuerto es inamovible e irrenunciable; puede parecer una obviedad, pero el territorio nunca había estado alineado de forma unánime, por primera vez en décadas estamos conjuramentados, y tenemos la ventaja de que este ministro, como valenciano, conoce bien la periferia y el Corredor Mediterráneo y tiene las ideas muy claras".
A principios de 2019 está prevista una cumbre del máximo nivel en Madrid. La idea es que Fomento asuma el proyecto y comience a trabajar en los plazos de ejecución. Los cinco alcaldes no viajarán solos: la Mesa Estratégica del Aeropuerto de Reus, en la que además de la Generalitat y los Ayuntamientos citados se sientan la Diputación, las dos Cámaras de Comercio, PortAventura y el propio aeropuerto, ha vuelto a subrayar ante Adif la importancia estratégica de la conexión ferroviaria, que además ya estaba incluida en el trazado del Corredor y que restañaría el error histórico cometido con la estación de Perafort-La Secuita.
¿Caben dos estaciones AVE en el Camp de Tarragona?
Numerosos especialistas ponen en duda que Adif y el Ministerio de Fomento vayan a invertir en dos estaciones de alta velocidad separadas por apenas 20 kilómetros. Sin embargo, existen argumentos "más que sobrados para justificar una inversión que da servicio a una población de medio millón de habitantes, más otros 200.000 que acuden a Tarragona de forma estable cada verano", expone Miquel Domingo, arquitecto, ex concejal de Urbanismo de Reus y gran conocedor de los detalles del proyecto de la Estación Central del Camp.
"Hay estaciones AVE en España -explica- con flujos de viajeros muy inferiores a la del área metropolitana de Tarragona; la actual estación del Camp fue una obra de circunstancias, sin comparación posible con las posibilidades de interconexión que ofrece el área del aeropuerto, equidistante con todas las poblaciones importantes y a tres kilómetros del Port de Tarragona". Además, según su opinión, los tiempos y la manera de hacer han cambiado tras la crisis y "se podría adaptar un proyecto perfectamente asumible que valga aproximadamente la mitad del antiguo, unos 25 millones, casi con las mismas prestaciones".
Tanto Domingo como otros de los actores institucionales que van a librar una nueva 'batalla' en Madrid son testigos de "las veces innumerables que hemos ido a Madrid a recibir promesas y palabras; el territorio ha pedido y ha exigido para no perder la oportunidad que supone el Corredor, pero nos han mentido una y otra vez... La cruda realidad es que hace 40 años, cuando iba a estudiar a Barcelona, tardaba un poco menos que a día de hoy".
Tramcamp: una alternativa que urge
Diciembre lleva camino de convertirse en el mes de las 'cumbres' ferroviarias. El conseller Damià Calvet ha anunciado la convocatoria "inmediata" de una reunión entre la Generalitat, Adif, Fomento y los Ayuntamientos de Cambrils y Salou para definir el calendario de desmantelamiento y entrega de los terrenos que ocupa actualmente la vía de la costa, y también para establecer una hoja de ruta que transforme en algo más que humo la vieja idea del Tramcamp, un tren tranvía para conectar los principales núcleos turísticos del litoral tarraconense. La línea férrea actual cruza los núcleos urbanos de ambos municipios, por lo que la integración de estos terrenos podría requerir, según Calvet, "un plan director que fije una solución urbanística con criterios de homogeneidad". Cs ha criticado la ineficiencia del Gobierno español en la cesión de los terrenos, y también la falta de planificación de la Generalitat, que ha tenido tiempo de sobra para preparar los trámites urbanísticos.