Cada vez más resignados a trabajar con el turista nacional, al menos a corto plazo, el sector turístico de Tarragona contiene la respiración a la espera de que una evolución favorable de la crisis sanitaria permita abrir cuanto antes las fronteras interprovinciales e incluso nacionales. En ese sentido, los empresarios exigen a la Administración que ponga todos los medios -test masivos, pasaportes inmunológicos...- y capacidad de innovación para crear zonas 'seguras' en una desescalada lo más rápida posible. La clave está en generar la masa crítica de potenciales clientes que a los grandes agentes del sector les salgan las cuentas.
La gran planta hotelera de la Costa Daurada central -Salou, Cambrils y La Pineda-, que concentra casi 20.000 habitaciones- permanece en hibernación pese a que la entrada en la Fase 1 de la desescalada permitiría el arranque de la temporada. Los empresarios de las grandes cadenas tienen la vista puesta en torno a la semana de Sant Joan, cuando el inicio de la Fase 3 permita los desplazamientos entre provincias. Atraer turistas de Barcelona y Zaragoza va a resultar más esencial que nunca; de momento, dadas las fuertes restricciones en puertos y aeropuertos -junto a los mensajes disuasorios en sus países de origen- y pese a las recomendaciones anunciadas por la UE para abrir las fronteras internas al turismo, no conviene contar con la tradicional fidelidad del visitante internacional.
La UE ya habla de corredores seguros entre países en fases sanitarias similares. En un escenario muy cambiante que con la llegada del calor podría llevar el Covid 19 a niveles residuales en cuestión de semanas, la esperanza es ir abriendo progresivamente con servicios reducidos restaurantes, hoteles, campings y apartamentos: "Nos gustaría poder trabajar con cierta normalidad en julio y agosto, y al menos atender a nuestros visitantes más fidelizados del mercado catalán, español, francés, alemán y holandés, es decir, todos aquellos que pueden venir por carretera", explican desde la Federación de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT).
Los grandes campings resort de Tarragona, pese a la ventaja que les confiere un producto al aire libre, también siguen en stand by y prevén que se retrase la reapertura, probablemente hasta mediados de junio en el mejor de los escenarios. Sólo dos de los 'top campings' de la provincia 'El Templo del Sol' (L'Hospitalet de l'Infant) y 'La Torre del Sol' (Mont-roig del Camp) han abierto parcialmente, al igual que el 'Trillas Platja Tamarit' de Tarragona ciudad y el 'Serra de Prades', éste último un camping de montaña de menor tamaño.
A día de hoy la Asociación de Campings de la Costa Daurada y Terres de l'Ebre, al igual que los del resto del litoral Mediterráneo, ponen el foco en el equilibrio entre las garantías sanitarias más exigentes, tanto para clientes como empleados, sin perder el valor añadido de la experiencia en un camping. Preocupa especialmente la aplicación concreta de los protocolos de salubridad en zonas acuáticas, terrazas, espectáculos de animación, restauración y áreas comunes de aseo. "Asumimos que tendremos que reinventarnos, como siempre hemos hecho, para una apertura con todas las garantías y servicios más reducidos, pero siempre manteniendo la esencia de nuestro producto: sol, oxígeno, buen ambiente, libertad y desconexión", vaticina Àngels Ferré, presidenta de Campings del Mediterráneo, confederación que aglutina a todos los best campings españoles, desde Girona a Alicante.
Por su parte, los alojamientos rurales de las Terres de l'Ebre siguen muy pendientes del área metropolitana de Barcelona para reanudar de forma efectiva su actividad; por el momento, el retraso en el inicio de la campaña no les hace encarar la temporada alta con optimismo.
Sin medidas de estímulo
Distintas agrupaciones empresariales como CEPTA o Empresaris de Tarragona han lamentado la indolencia y la falta de medidas prácticas de estímulo a un sector tan estratégico y a la vez sensible como el turismo. Se han lanzado algunas propuestas de fácil implementación que hasta la fecha han caído en saco roto:
- Instrumentación de un 'Imserso' en temporada alta, con subvenciones a los alojamientos para que puedan crear ofertas para la tercera edad, de carácter familiar o juvenil, que asegure ocupación en un contexto de fuerte caída de la actividad.
- Creación de corredores seguros de carácter internacional, para que los visitantes extranjeros puedan acceder a la oferta de alojamiento catalana y española.
- Mecanismos extraordinarios de deducción fiscal en la cuota del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por el gasto realizado en establecimientos turísticos.
- Medidas para aminorar la carga fiscal de carácter sectorial, como la tasa turística en Catalunya. En lugar de eliminarla temporalmente este año, se incrementa.
- Estímulos y medidas especiales, con los controles que sean necesarios, para que las personas que disponen de segunda residencia puedan acceder a su vivienda.