Quizá lo más relevante del megaproyecto que lidera Repsol es que se trata del primer gran paso del llamado Hydrogen Valley of Catalonia, es decir, un primer compromiso que pasa de las ideas y las buenas intenciones a los hechos. "Es un inicio para demostrar que desde el sector industrial tenemos el conocimiento técnico y la voluntad de apostar por la transición energética", subraya Juan Abascal, director general de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol.
El plan Tarragona Hydrogen Network (T-Hynet), con su punta de lanza en el consorcio integrado por Enagás, Iqoxe y Messer como socios estratégicos de Repsol, se impulsa a partir del diseño y construcción -con 2.000 empleos directos- de un electrolizador a una escala nunca vista hasta la fecha. Se prevé que entre en operación en 2025; en una segunda fase, a partir de 2027, se ampliaría la capacidad de producción de hidrógeno renovable hasta 1 GW, una cuarta parte del objetivo de España en 2030. Según han explicado los partners de T-Hynet, este enorme electrolizador utilizará preferentemente energía renovable de proximidad y empleará tecnología punta para producir hidrógeno y oxígeno renovables. Se calcula que el ahorro en combustible de origen fósil (gas natural) superaría los 110 millones anuales, con 155.000 toneladas menos de emisiones de dióxido de carbono.
Su tamaño le permitirá reducir costes asociados al proceso de electrólisis y optimizar el consumo de agua. "El objetivo es ir acoplando la capacidad de producción a las necesidades de la industria adyacente, además de diversificar los usos del hidrógeno renovable, de manera que el ecosistema sea lo más eficiente posible, tanto en costes de producción como de transformación y logísticos", explican fuentes de Repsol
La idea es que el hidrógeno renovable se use como materia prima en la industria local como combustible industrial, con usos en movilidad y se inyectará en la red de transporte de gas natural. Además, se construirá un colector para transportar el hidrógeno entre el electrolizador, situado en el polígono norte, y la zona sur. El oxígeno renovable también tendrá usos en la industria circundante y se distribuirá gracias al gasoducto que ya existe en el polígono petroquímico, propiedad de Messer. Iqoxe aprovechará este oxígeno para la producción de óxido de etileno y reducir sus emisiones de CO2.