Gabriel Doménech
Director d’Innovació i Tecnologia de Techma Business School
La llegada del Covid ha supuesto un antes y un después para todas aquellas empresas, pequeñas y medianas, que previamente no habían adaptado sus procesos productivos y el personal a un entorno y cultura digital. Pasar de trabajar de forma presencial a la nube, utilizar plataformas de videoconferencia para reuniones o ventas, asistir a eventos en streaming o bien realizar trámites administrativos digitales han sido solo algunas de las situaciones que muchas corporaciones, tanto públicas cómo privadas, han tenido que afrontar en un tiempo récord.
Un cambio necesario que, de otra manera, quizás hubiéramos tardado años en incorporar y que, en pocos meses y sin preaviso, muchas empresas y trabajadores han tenido que aprender haciendo uso de aplicaciones y tecnologías que previamente desconocían. En este sentido, la creciente demanda de proyectos de digitalización ha provocado que muchas empresas tecnológicas productoras y consumidoras de tecnología hayan tenido que incorporar diferentes tipos de perfiles tecnológicos.
Según el mapa del Empleo Estatal de la Fundación Telefónica, en el período de agosto-noviembre de 2021 se publicaron un total de 73.018 ofertas en el ámbito digital, 520 en la provincia de Tarragona, por delante de Girona (480) y Lleida (405). Unas posiciones que la mayoría de ellas quedarán sin cubrir a finales de este año, haciendo que una de cada dos empresas en España no pueda optar a estos perfiles.
La situación es parecida en Catalunya, donde desde inicios de año según el Informe Tech Cities 2021, Experis Manpower Group, se están buscando un total de 58.293 profesionales IT, de los cuáles destacan 18.000 posiciones en Cloud Architect, 10.000 en Java, y 8.000 en Data Analyst, con salarios entre los 20.000 y 40.000 euros brutos anuales de media. A este crecimiento se suma la UE, pronosticando que en 2025 el 45% de los empleos estarán relacionados con el ámbito digital. Unos datos que reafirman la necesidad por parte de las corporaciones de invertir en la formación en entornos digitales de sus profesionales y directivos, proporcionándoles las herramientas tecnológicas necesarias para hacer la empresa más competitiva.