El informe más reciente y exhaustivo sobre el comportamiento de la economía de las comarcas de Tarragona muestra que el pasado ejercicio 2023 fue "extraordinariamente positivo", en palabras de su autor, el catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Josep Oliver. En su trigésima edición, el Anuario Económico Comarcal BBVA, -presentado recientemente por la entidad bancaria en Tarragona-, revela que la provincia lideró el crecimiento económico de Cataluña con un +3,1% (3,2% en el Camp de Tarragona y 2,7% en las Terres de l'Ebre) del Valor Añadido Bruto (VAB), ligeramente por encima de la media catalana.
Con todo, el PIB catalán ya consiguió superar las cifras previas a la pandemia en 2023, mientras que el Camp de Tarragona se queda a las puertas (-1,4% respecto a 2019), y las Terres de l'Ebre siguen a cierta distancia (-3,9). "El año 2020 fue extraordinariamente severo (con un impacto del -14,2% del VAB), y cuatro años después todavía nos estamos recuperando; creo que lo podemos conseguir en este 2024, que puede ser tan bueno como el año pasado, con crecimientos que apuntan al +3% en Tarragona y Cataluña, frente a las principales economías europeas que crecen al ralentí (+0,9%)", vaticina Oliver.
¿Cambio de modelo?
No obstante, desde la experiencia de este catedrático y tras un estudio tan dilatado en el tiempo de los datos, "un elemento diferencial de 2023 es que el motor de crecimiento de la economía de Tarragona se está modificando en positivo, con una corrección del modelo en el que no pesan tanto los servicios personales (consumo doméstico familiar + turismo) en la que cobran fuerza los servicios no personales (informática, seguros, redes y fibra...) mucho más vinculados a la especialización industrial y con mayor valor añadido".
El Camp de Tarragona lideró el crecimiento en Catalunya en 2023 con un +3,2%
"Ya hemos visto las consecuencias de una excesiva dependencia de los servicios personales, con más del 40% del total de la economía de Tarragona, y qué pasa cuando colapsan en 2020 por el Covid". En este sentido, Oliver también valora singularmente el impulso del VAB industrial (+2,5%), -el sector que aporta más del 28% de la generación de riqueza en el territorio, frente al 19% medio de Cataluña-, que abandonó la contracción de 2022 (-6,1%). Aunque se trata de un incremento moderado, cobra relevancia el cambio de una dinámica que se está consolidando este año con un récord absoluto de exportaciones que supera los 11.000 millones de euros. Cabe recordar, con los datos en la mano, que el saldo del ciclo de la pandemia (2019-23) situaba el músculo industrial todavía un -15,3 % por debajo de lo que generaba en 2019.
El PIB provincial sigue, no obstante, por debajo de los niveles prepandémicos
También en las Terres de l'Ebre resulta significativa una 'notable' modificación en los sectores que impulsan la economía. Mientras en 2022 estas comarcas se apoyaron en el sector servicios y la construcción, en 2023 fue la industria la que más avanzó (+4,1%) mientras el terciario moderaba su progresión (+3,2%), la construcción se contraía (-0,5%) y el primario caía (-15,3%).
En síntesis, el Anuario Comarcal BBVA plantea un boceto en el que se redibujan los vectores que impactan sobre la economía provincial: se vislumbra una moderación del avance de los servicios, la fuerte recuperación de la industria, un aumento muy moderado de la construcción y la severa caída del VAB del sector primario (-17,6 %), por los efectos de la sequía y el alza de precios de materias primas y la energía. "A modo de ejemplo, la construcción residencial está estratosféricamente lejos de la etapa previa al estallido de la burbuja; hemos pasado de construir 24.000 viviendas a apenas 1.000... Se puede entender que evitemos los excesos del pasado, pero tampoco es lógica la situación actual".
Otra nota positiva, según el informe, deriva de los más de 266.000 afiliados a la Seguridad Social, que superan en más de un 8% los de 2019; estos también se han trasladado al paro, de forma que los 32.000 desempleados se encuentran un -11,6% por debajo de las cifras prepandemia.