A lomos de la improvisación del Gobierno central, y en ausencia de un plan de acción en materia económica capaz de transmitir confianza y una cierta seguridad, el tejido empresarial de Tarragona -muy descontento con el modo de enfocar la recuperación del pulso de la actividad- ve el horizonte con enormes nubarrones negros. Más allá del baile de cifras, todas las previsiones apuntan hacia una drástica caída del PIB en la provincia de Tarragona, que puede llegar a alcanzar entre el 8 y 10% según los analistas consultados por el Indicador de Economía. El FMI pronostica la peor crisis de los últimos 80 años, incluso peor que la de 2008.
Por encima de la falta de previsión del Gobierno central pese a las advertencias de la OMS, -el 'pecado original' que está en la base de la ingente cifra de fallecidos padecida en España y en Cataluña a diferencia de otros países de la UE-, el modelo escogido para el confinamiento y los tempos para la 'desescalada' han generado un enorme malestar entre el empresariado. La inoperancia en la clasificación de la población a través de test masivos sin duda va a repercutir en un retraso letal para el retorno a una actividad más o menos normalizada.
Semanas que valen oro en el caso específico de la provincia de Tarragona, con la temporada turística a las puertas y el sector terciario absolutamente paralizado. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre situaban en el 72% el peso de la ocupación en el sector servicios, frente a un 18,5% de la industria, un 6% de la construcción y un 4% en el campo. "En vez de copiar a Alemania o a los países nórdicos, ha sido un auténtico suicidio -califica Juan Gallardo desde el Gabinete de Estudios de la Confederación Empresarial de la Provincia de Tarragona (CEPTA) en un tono muy duro- perpetrado de espaldas a la empresa privada con decisiones difícilmente explicables".
Tarragona está en la frontera de los 10.000 ERTEs, con más de 50.000 trabajadores afectados
Gallardo augura que la irresponsabilidad del Gobierno Sánchez-Iglesias puede llevar a una punta del desempleo en Tarragona en el mes de junio "cercana al 40%", que en un escenario favorable "podría rebajarse al 30% a finales de año". Mal para los trabajadores, mal para los empresarios y también para el Estado, cuyo déficit rondará el 9% por la factura del Covid19 y situará la deuda pública en el 113% del PIB (que puede caer entre un 14 y un 18%), cifras nunca alcanzadas que situarán a España al borde del rescate "con los mismos síntomas que tuvo Grecia en 2012".
La barrera de los 10.000 ERTEs
El número de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo continúa creciendo en Tarragona ya supera la barrera de los 10.000, con más de 50.000 trabajadores afectados. En las comarcas de Lleida hay más de 5.000 expedientes y 30.000 personas implicadas; Girona rozan los 11.000 con más de 65.000 trabajadores; mientras que en Barcelona son más de 67.000 ERTEs y medio millón de empleados. En total, cerca de 95.000 expedientes y 700.000 trabajadores en una situación delicadísima.
El panorama no es precisamente halagüeño. Según un estudio realizado por el Gabinete CERES, un tercio de la población de Tarragona ciudad ha visto disminuidos sus ingresos a partir de la declaración del estado de alarma. La encuesta, realizada a más de 200 familias, indica que las expectativas de disminución de ingresos cuando acabe afectan al 37% de la población en la ciudad, y a casi un 50% en toda la provincia.
La mayor preocupación deriva de la importante dependencia del turismo que se observa en la estructura económica de Tarragona. Se calcula que el sector aporta cerca del 20% del PIB del territorio y 25.000 empleos directos. Las previsiones apuntan a unas cuentas de mera supervivencia si se consigue salvar entre el 20 y el 25% de la facturación de una temporada normal. La gran esperanza es el mercado catalán y nacional, y también el de aquellos países de Europa desde los que es factible llegar en vehículo privado. "Todo es tan cambiante en cuestión de días, que nos resulta complejo poder realizar una proyección realista; intentaremos alargar la temporada todo lo posible", expone el portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo, Xavier Guardià.
La industria petroquímica aguanta la respiración y el Port mantiene un nivel correcto de actividad
Con la incógnita abierta sobre las exigencias para la reapertura de PortAventura World y del potente sector hotelero y campista del área litoral tarraconense, las condiciones para la movilidad determinarán también si los propietarios de las segundas residencias consiguen o no oxigenar la presente parálisis. Mercedes Teruel, directora de la Cátedra de Innovación Empresarial de la URV, advierte que "las áreas más centradas en el sector turístico y de servicios -como bares y restauración- van a sufrir el mayor impacto".
El 'calvario' de pymes y autónomos
Las pequeñas y medianas empresas de Tarragona, junto a los trabajadores autónomos, están padeciendo un brutal impacto por la cuestionable gestión del pulso económico del país bajo las pautas de la improvisación y falta de información en tiempo y forma. En cualquiera de los foros y organizaciones de referencia entre las pymes crecen las críticas al Gobierno de Madrid -la Generalitat tampoco se libra- ante el brutal perjuicio infligido por el modelo de confinamiento a cientos de miles de emprendedores, y en segundo término, por la falta de agilidad y efectividad en las medidas de ayuda adoptadas para suavizar la asfixia financiera que ya comienzan a padecer. El último pago de cuotas a autónomos que no pueden facturar ilustra perfectamente estas quejas.
La gran esperanza del sector turístico es el mercado catalán y nacional, y también el de aquellos países de Europa desde los que es factible llegar en vehículo privado
A la vista de la falta de liderazgo político -los Presupuestos que aprueba hoy el Govern, pactados antes de la pandemia, son el mejor ejemplo-, el principal reto a día de hoy consiste en un 'sálvese quién pueda' para evitar el mayor número posible de cierres. El sector servicios, uno de los más atomizados y con gran peso en Tarragona, sólo piensa en la supervivencia en 2020 y deja para la temporada próxima un plan de acción diseñado para abordar la recuperación. El último informe realizado por DNA para el sector turístico revela que ya existe un 6% de empresas que piensan cerrar sin esperar a nuevas medidas económicas. El 72% estima que su facturación caerá este año entre un 50% y un 70%,
La posibilidad de retrasar el pago de impuestos es una de las medidas mejor valoradas, al igual que las líneas de préstamos ICO Covid 19. No obstante, las condiciones para demostrar la caída de ingresos y así optar a aplazamientos y préstamos están generando problemas. "Los ICO no están llegando como debieran; la única manera sería arbitrar un sistema público para estas operaciones, ya que la banca ha perdido su ética: vuelve a recibir más de 200.000 millones para aumentar beneficios y sanear deudas incobrables traspasando la garantía al Estado", lamenta Sebastià Cabré desde Empresaris de Tarragona.
Innovación a domicilio
Convertir la necesidad en oportunidad. Bajo esa máxima, cientos de empresarios agudizan la imaginación para innovar en tiempos de crisis. El confinamiento ha provocado un brusco giro en las tendencias de consumo y diversas iniciativas tratan de dar respuesta a los nuevos nichos con servicios a domicilio que ponen en valor la proximidad. A modo de ejemplo, en Reus la Cambra de Comerç ha puesto en marcha Compradesdecasa.cat, una plataforma que pone en contacto a los clientes con establecimientos que sirven a domicilio o que recogen la comanda por vía digital y dejan ya preparada la compra para que sólo haga falta pasar a recogerla. En el Mercat Central de Tarragona también ha ampliado el servicio centralizado de entrega a domicilio -o recogida en el aparcamiento- a partir de pedidos telefónicos. Numerosos restaurantes, bodegas y vinotecas de toda la demarcación también se están estrenando con las nuevas tecnologías para subirse al tren del 'boom' de este tipo se servicios.
Resisten la gran industria y el Port
Afortunadamente, el dibujo completo no resulta tan desastroso. La industria petroquímica sigue aguantando la respiración con sus plantas operativas -al ralentí, en el caso de algunos derivados- y, al no depender de los mercados nacionales, con la esperanza de poder aprovechar las corrientes derivadas de la famosa recuperación internacional en 'V', si es que se produce.
Por su parte, el Port de Tarragona -pese a que los tráficos y los proyectos previstos se han ralentizado por la pandemia- mantiene buenos niveles de actividad. Su política de pronto pago a proveedores para inyectar liquidez (cinco millones de euros) y el compromiso de ejecutar el programa previsto de inversiones (150 millones) en los próximos cuatro años ha concitado el aplauso unánime de los agentes sociales y económicos.
La caída del sector de componentes de la automoción, bajo mínimos por el parón del gran consumo, contrasta con la resiliencia del agroalimentario y la actividad logística. El último informe de la Cátedra de Economía Local y Regional de la URV ya pone de manifiesto que las comarcas más vinculadas al sector primario como las Terres de l'Ebre o las de Ponent padecerán menos los efectos colaterales de la crisis sanitaria. "Los territorios con una producción orientadas hacia la industria de la agroalimentación tendrán menos afectación", confirma el director de la Cátedra, Juan Antonio Duro.