Las malas noticias económicas, con una elevada inflación (6,8 en España y 10% en la Eurozona el mes pasado) y los tipos de interés al alza, no han conseguido enturbiar el arranque de la campaña navideña, que los comerciantes valoran como razonablemente bueno. Tras el Black Friday, ya consolidado en el calendario comercial, las perspectivas se dibujan en un tono de optimismo moderado.
"A pesar del contexto de crisis y la fuerte incertidumbre, se nota que la gente tiene ganas estas Navidades; hay cierta contención en el gasto, y se mira mucho el precio, pero si continúa la misma tónica, tenemos confianza en que la campaña saldrá bien", describe la presidenta de la Unió de Botiguers de Reus, Meritxell Barberà.
Tanto la Unió de Botiguers como el Tomb de Reus confían en un buen cierre del 2022, sobre todo a partir de esta semana con dos días festivos: "En este mes de noviembre ya se ha notado mucho movimiento, y también en los primeros días de diciembre, con la iluminación en las calles; si nada se tuerce, a partir de ahora todo irá subiendo poco a poco; el reto para el comercio de proximidad es poder compensar con un cierto margen de retorno el incremento de costes tan enorme que hemos sufrido", analiza Jacint Pallejà desde el Tomb de Reus.
Pese a la evidencia que hay menos dinero en el bolsillo para gastar, tanto el pequeño comercio como las grandes superficies detectan una cierta alegría por recuperar las fiestas, con su ritual de compras y regalos, desde la normalidad y por fin sin mascarilla. "Estamos viviendo algo parecido a lo que sucedió el pasado verano; todas las noticias hablaban de una especie de 'carpe diem' durante julio y agosto, y vaticinaban un otoño catastrófico, que luego no lo ha sido tanto... Creo que ahora la gente va a intentar disfrutar lo máximo posible y no van a faltar las compras", razona Antoni Renom, gerente adjunto del centro comercial Parc Central de Tarragona.
Según Renom, el Parc Central ha recuperado, -y en algunos casos concretos incluso superado-, los registros de 2019 durante la semana del Black Friday. "Estamos en torno a las 30.000 personas diarias de media, por lo que podemos decir que se han superado con creces las 200.000; son números más propios de antes de la pandemia". En cuanto a los hábitos de compra en las tiendas físicas, los comerciantes detectan que la rebaja en el precio es determinante para provocar la decisión de compra. "El mayor estímulo es el precio, no hay duda".
Una campaña de Navidad que se alarga
El Black Friday, que evidencia cada vez más fortaleza como patrón de consumo mundial, se ha integrado ya en una campaña navideña que se alargará hasta enero con las rebajas. Los comercios se juegan un porcentaje importante de la facturación del año. El presidente de Pimec Comerç en Tarragona, Florenci Nieto, considera que el comercio local debe aprovechar cualquier oportunidad de venta, a pesar de que el Black Friday es una cita más pensada para la gran distribución: "No nos queda otra que copiar lo que funciona, y lo que funciona ahora son los descuentos; creo que la gente va a hacer un extra en Navidad, siempre dentro de la contención, ya que las economías domésticas están cada vez más exprimidas".
El presidente de la asociación de comerciantes Via T de Tarragona, Salva Minguella, entiende que el Black Friday es bien recibido por el consumidor y las sensaciones son positivas, pese a los malos augurios que hablan de recesión. No obstante, Minguella, lleva años alertando sobre los excesos en las rebajas previas a la Navidad: "He reiterado en distintas ocasiones que, bajo mi punto de vista, adelantar las compras de Navidad con descuentos del 25% no es bueno para el pequeño comercio; además, lo que comenzó siendo un viernes se va alargando cada vez más en el calendario, quizá demasiado".
Perspectivas positivas, con menos contrataciones
Según el área de Recursos Humanos de Adecco, la campaña de Navidad y el Black Friday generan más de 170.000 puestos de trabajo nuevos en Cataluña entre noviembre y enero. En la provincia de Tarragona se esperan casi 30.000 contrataciones, con un incremento aproximado del 8% con respecto a la campaña anterior. Se trata del aumento más moderado en los últimos años, muy condicionado por una coyuntura económica adversa. La campaña, además, será atípica a causa de la entrada en vigor de la reforma laboral, que ha provocado un cambio en la tipología de los contratos. Así, de los cerca de 1,1 millones de contratos que se prevé que realice el sector en toda España, un 20% serán fijos-discontinuos, mientras que el resto será por circunstancias de la producción.
Por el momento, con las cifras en la mano, el paro registrado durante el mes de noviembre en el Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre arroja algunas pistas. Se produce un ligero aumento (+1,92%) hasta los 42.000 parados; casi 800 desempleados más que en octubre, pero cerca de 5.000 menos que en noviembre de 2021. El sector servicios sigue encabezando el ranking con cerca de 30.000 de las 42.000 personas sin empleo.
La contratación ha caído en noviembre un 14,2%, con algo más de 21.000 contratos, 3.500 menos que en octubre y 8.350 menos que en 2021. Este último dato se traduce en un 28,35% menos, lo que indica una ralentización de la actividad económica. Más del 50% de los contratos firmados se engloban en el sector servicios. "No se puede generalizar, -explican desde la Unió de Botiguers de Reus-, pero la dinámica que vemos en la mayor parte de los comerciantes es hacer un esfuerzo, aguantar con el personal que hay y tratar de compensar las subidas en la estructura de costes, sobre todo la luz... Ese incremento para algunos supone casi la contratación de un refuerzo para la campaña".