La ZAL, con casi 100 hectáreas de suelo logístico en el término de Vila-seca, se ha convertido en la joya de la corona del Port de Tarragona. El nuevo presidente, Saül Garreta, reitera su valor estratégico, clave para el futuro, y se muestra especialmente orgulloso de la hoja de ruta en materia de sostenibilidad, con importantes inversiones para atenuar el impacto sobre el medio natural y patrimonial. "Se nos abre una oportunidad importante para transformar la economía del territorio y atraer nuevos sectores que complementen a la química y el turismo". Fuentes del Port confirman que la comercialización de la ZAL sigue despertando gran interés.
Con una inversión superior a los 40 millones de euros, se trata de la mayor ZAL portuaria de la fachada mediterránea, una nueva plataforma logística que supondrá la creación de más de 4.000 puestos de trabajo directos e indirectos, un incremento del 20% del espacio para las actividades logísticas en el Port de Tarragona y un impacto positivo en el tráfico marítimo cifrado de entre 2,7 y 4,6 millones de toneladas más cada año.
Las obras, que comenzaron en septiembre de 2021, avanzan a buen ritmo, hasta la fecha sin contratiempos graves. Actualmente, terminados los trabajos en el vial perimetral (la carretera interior que conecta con la red exterior), se trabaja ya en los accesos de los vehículos pesados a la A-7, y son inminentes las obras del paso inferior bajo la autovía que une Tarragona y Salou (C31b). También se avanza en el desvío del canal de drenaje de las aguas pluviales de Vila-seca y de la A-7, C31b y V-3146. El proyecto tiene un plazo de ejecución de 8 meses que se espera dar por finalizado antes del verano y un presupuesto de más de 1,2 millones de euros. Este canal transcurre por medio de los terrenos que se rehabilitarán mediante el proyecto de restauración y ordenación de Els Prats d'Albinyana, integrados dentro de la Red Natura 2000, por lo que se debe desviar para evitar que pase por medio de ésta zona natural.
Paralelamente a los trabajos en la ZAL, otro proyecto de vital importancia logística para el Port se adentra en la última fase de obras. Con casi 27 millones de presupuesto de la terminal y un año de ejecución en su última licitación, la Port Tarragona Terminal Guadalajara-Marchamalo estará operativa en 2024 como el principal 'puerto seco' en el centro peninsular. Esta infraestructura, junto a la ampliación y modernización de la terminal de La Boella, permitirá, según Garreta, "diversificar los tráficos, potenciar la intermodalidad y aumentar la captación de carga general".
Escenario de oportunidad para la Terminal de Contenedores
El Port de Tarragona ha recuperado la concesión para la explotación de la Terminal de Contenedores del Moll d'Andalusia que estaba en manos de DP World. La decisión se toma porque la compañía no ha llegado a los volúmenes previstos y el contrato de adjudicación preveía esta posibilidad. El Port buscará ahora otro operador que pueda aprovechar el escenario de oportunidad que dibujan las nuevas infraestructuras del Port: la de Guadalajara-Marchamalo (que estará lista en 2024), la futura ampliación y modernización de la Terminal Intermodal de la Boella, el Corredor del Mediterráneo y el desarrollo de la ZAL, factores todos ellos decisivos para atraer nuevos tráficos de contenedores.
Según los estudios del Port, en la provincia de Tarragona hay un mercado de 172.000 toneladas import/export y, desde 2021 y 2022, también ha detectado un crecimiento significativo en esta parte de su hinterland más inmediato. El Port también tiene observado y dimensionado un mercado potencial de 780.000 toneladas import/export en los ejes Ebro-Henares de su hinterland (sin tener en cuenta las ciudades de Madrid o Barcelona). El Port se marca como reto llegar a las 500.000 toneladas al año, muy por encima de las 82.000 de 2022.