Dos de los grandes proyectos estratégicos de Tarragona, directamente vinculados a la capacidad de gestión que debe demostrar el nuevo Govern de la Generalitat, ofrecen una cara bien distinta dentro las prioridades que atestan las carteras de los nuevos consellers del equipo de Salvador Illa. Una de cal y otra de arena en lo que se refiere al desarrollo de dos de las principales apuestas reclamadas insistentemente desde el tejido empresarial del territorio. Ambas tienen nombres propios: Lotte y Hard Rock.
La de cal corresponde al aterrizaje de la empresa surcoreana en Mont-roig del Camp y su millonaria inversión para construir varias plantas de fabricación de elecfoil. Dentro de 15 días, el próximo 25 de septiembre, la Comisión Territorial de Urbanismo del Camp de Tarragona aprobará definitivamente el cambio del Plan de Ordenación Urbana (POUM) que posibilita convertir en realidad esta pionera apuesta industrial. A continuación, el Ayuntamiento tendrá que tramitar el Plan Parcial de los terrenos, entre otros requerimientos.
El conseller de Empresa, Miquel Samper, que el pasado viernes conoció en persona a los directivos de Lotte en Mont-roig, ha confirmado el compromiso prioritario del Govern con esta iniciativa: "Queremos un empleo de calidad, que perdure en el tiempo, y eso lo da este tipo de industria de última generación", manifestó. Pese a las prisas de Lotte Energy por ir quemando etapas, el cronograma se ha ralentizado aproximadamente un año. Salvo imprevisto, las obras comenzarán en 2025, tras unos cuatro meses de adaptación y excavación de los terrenos.
La semana pasada, el Pleno del Ayuntamiento de Mont-roig ya desestimó las casi 30 alegaciones presentadas a la modificación del Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM) que permitirá cubrir las especificaciones industriales y logísticas de Lotte Energy Materials. Los cambios en el POUM se centran en tres ejes: el tipo de actividad autorizada en el polígono 'Els Comellarets', la superficie de las naves con la altura máxima permitida y una delimitación más precisa del suelo industrial.
Una vez aprobado definitivamente el POUM, el consistorio deberá impulsar y supervisar el proyecto de parcelación, el de construcción y el de urbanización, que se hará en paralelo con la tramitación de la licencia medioambiental por parte de la Generalitat. "Nos esforzamos todos al máximo por cumplir con las necesidades de la empresa y vamos lo más rápido posible", explicó el alcalde de Mont-roig del Camp, Fran Morancho.
Con todo, el desarrollo de un proyecto de semejante envergadura no será un camino de rosas. Entre las sombras destaca la falta de energía renovable para unos procesos que requieren elevados consumos eléctricos. Las organizaciones empresariales de la provincia han solicitado reiteradamente al Govern el refuerzo de la infraestructura eléctrica existente. Laura Roigé, presidenta de la Cambra de Tarragona, insiste en la necesidad de un plan estratégico en Cataluña, "que se ha quedado rezagada respecto a otros territorios". "El consumo eléctrico asociado a la descarbonización multiplicará por tres el consumo energético actual", recuerda la directora de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT)
Hard Rock, ¿en el aire?
El horizonte no se vislumbra con el mismo optimismo en el caso de Hard Rock. De hecho, la nueva consellera de Territorio, Sílvia Paneque, pone "en duda" la viabilidad económica del proyecto a la vista del inasumible incremento de la fiscalidad -que pasaría del 10 a más del 50%- pactado en un acuerdo de investidura entre el PSC y ERC que se comprometen a cumplir "a rajatabla".
Pese a esta visión tan poco esperanzadora, el alcalde de Salou no da el proyecto por perdido y se muestra convencido de que se hará realidad: "Los inversores no van a poner en cuestión este proyecto por una razón de fiscalidad después de tantos años de espera", ha manifestado con rotundidad. Fuentes bien informadas sobre los entresijos del futuro complejo vacacional confirman que los contactos efectuados con la multinacional de matriz estadounidense invitan a la esperanza. A juicio de Pere Granados, ahora "lo importante es que se abre una nueva etapa en que el nuevo Govern no se opone a un proyecto atascado por motivos políticos en contra de los intereses de Salou".
En este contexto, lo previsible es que prosiga la tramitación urbanística prevista hasta aprobar de forma definitiva el Plan Director Urbanístico (PDU) y que se modifique la ley de 2014 que regula los Centros Recreativos Turísticos (CRT), la norma que abría la puerta a una rebaja impositiva en los grandes casinos de juego al 10%. El compromiso de los socialistas, necesario para recabar el apoyo de ERC significa volver al régimen de fiscalidad anterior, del 55%.
La Federació d'Hostaleria i Turisme de la provincia de Tarragona (FEHT) se ha quejado históricamente de la complejidad de toda la tramitación administrativa de sus negocios, un mal endémico que alcanza el paroxismo en el caso de Hard Rock: "Todas las dificultades legales y administrativas que está teniendo el proyecto son una muestra evidente de esta excesiva burocracia, que al final comporta que muchas inversiones se acaben realizando fuera de nuestro territorio", expone la presidenta de la FEHT, Berta Cabré.