Agustí Segarra, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Rovira i Virgili (URV), considera que, si bien los aspectos cuantitativos del mercado laboral de Tarragona son relevantes, el verdadero avance debe sustentarse en lo cualitativo, con "un cambio en la composición del tejido productivo a través del estímulo de actividades generadoras de valor añadido". A su juicio, el gran peso actual del comercio y el turismo en la generación de empleo, sectores que no exigen perfiles intensivos en conocimiento, debe ir compensándose con la contratación de trabajadores más cualificados.
"Hay algunas partes de Cataluña -reflexiona Segarra- donde se nota ya una transformación clara del empleo generado; es una realidad, por ejemplo, en Barcelona por el peso creciente del sector tecnológico y la biotecnología... Eso no se aprecia en otras provincias, y tampoco en Tarragona, por lo que faltaría ver este cambio de paradigma que conlleva la contratación de trabajadores más cualificados". "Si Barcelona lo está consiguiendo, al crear un modelo muy atractivo para la gente joven y los nómadas digitales, Tarragona también puede, ya posee ese mismo atractivo de calidad de vida, con el aliciente del menor precio de la vivienda".
El peso tecnológico
Según un reciente informe elaborado por la Fundación COTEC, Tarragona cuenta con un 6,2% de empleo tecnológico, lo que la sitúa como la segunda provincia catalana con más peso después de Barcelona (10,2%) y la décimo cuarta en España. El territorio está por delante de Girona (5,3%) y Lleida (3,6%), pero todavía bastante lejos de la media de la Unión Europea (10,2%), y de las tres provincias que la superan: Guipúzcoa (12%), Madrid (10,6%) y Zaragoza (10,5%).
El informe COTEC avanza que, pese a la distancia con la media europea, España ha experimentado una convergencia significativa en empleo tecnológico en los últimos años. Entre 2021 y 2023, la distancia con Europa se ha reducido en cinco puntos porcentuales, impulsada por un aumento del 48% en el sector tecnológico durante la última década. Tarragona, con un ecosistema tecnológico diversificado y un peso creciente en la industria avanzada, se posiciona como una provincia con un alto potencial
Corrección del modelo
De hecho, el catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Josep Oliver ya avanzó en la presentación del Anuario Económico Comarcal BBVA que se comienza a detectar un cambio en el motor de crecimiento de la economía de Tarragona: "Creo que se está modificando en positivo, con una corrección del modelo desde 2019 en el que ya no pesan tanto los servicios personales (consumo doméstico familiar + turismo) en la que cobran más peso los servicios no personales (informática, seguros, redes y fibra...) mucho más vinculados a los profesionales y a la actividad productiva, y con mayor valor añadido".
"Es un proceso que debería intensificarse, pero es lento revertir un modelo productivo con un motor turístico tan potente, pero es saludable, porque ya hemos visto las consecuencias de una excesiva dependencia de los servicios personales, con más del 40% del total de la economía de Tarragona, y qué pasa cuando colapsan en 2020 por el Covid". En este sentido, Oliver también valora singularmente el impulso del VAB industrial (+2,5%), -el sector que aporta más del 28% de la generación de riqueza en el territorio, frente al 19% medio de Cataluña.
Con el objetivo de dinamizar la creación de empleo tecnológico, el Clúster TIC Catalunya Sud, -con casi un centenar de empresas, socios y partners-, trabaja con un grupo específico integrado por los ayuntamientos de Reus y Tarragona, la URV, REDESSA, Mas Carandell, Tarragona Impulsa, el Servicio Público de Ocupación de Cataluña, la Diputación de Tarragona y empresas líderes como T-Systems, Viewnext y Viajes Para Ti para coordinar la formación y captación de talento y ajustarlo a las necesidades reales de la innovación tecnológica y a nuevas oportunidades que puedan nacer de sectores clave como el agroalimentario, el químico, el energético o el logístico.