¿Saturado de leer artículos sobre la nueva presidencia de Donald Trump y el aluvión de órdenes ejecutivas desde que asumió el cargo el 20 de enero? ¿Te alineas más con los catastrofistas que prevén un impacto negativo para la pobre Europa, tan social como desvalida, o eres un optimista irredento que sostiene que esta presidencia, al igual que la anterior, será tan activa en titulares de prensa como falta de cambios estructurales? Como muchas otras veces, me cuesta mojarme en este frentismo en el que parece que seguimos instalados; efectivamente, hubo menos cambios de los prometidos, si bien la situación geopolítica actual mama de sus acciones y la (dis)continuidad de su sucesor; no me sumo al bando catastrofista pero no quiero alejarme en exceso por si empieza a llover con fuerza. Afortunadamente no tengo ni idea de temas políticos globales pero a cambio me gusta reflexionar sobre el impacto que algunas de sus medidas anunciadas pueden tener en la vieja Europa, bien sea directo, bien como ejemplo indirecto.
De entrada manifiesto mi desconcierto. Con mi bien conocida vagancia secular, he acudido a ChatGPT para que me orientase sobre las consecuencias potenciales del nuevo mandato de Trump para la gestión de Recursos Humanos (aka Personas) en Europa. Responde de forma tan vaga como educada con algunos tópicos que nada tienen que ver con las órdenes ejecutivas; normal hasta aquí porque sus algoritmos se basan en información hasta 2023. Tras el fracaso se me enciende la bombilla de la solución obvia: DeepSeek, esa IA china más sencilla cuyo lanzamiento ha hecho tambalear el Dow Jones y el liderazgo hipertrofiado de Nvidia; nuevo fiasco, tendré que esperar a que os la hayáis descargado y jugado con ella todos vosotros para poder empezar yo. Me gustaría usar algún prototipo europeo pero nosotros invertimos en otras iniciativas y no parece que vayamos a ser actores relevantes en esa sociedad de la información; tampoco se esperaba que lo fuésemos pero esta pérdida del monopolio ha hecho reaccionar al nuevo presidente y exigir más esfuerzo, más rapidez en el desarrollo, más Agile en definitiva. Recalco esta lucha por la IA porque va a ser importante para ti en los próximos años, de forma positiva creo, en que veremos desarrollos en Selección, en Formación personalizada más allá de los EDX o Coursera, en formas nuevas de empleo con menor vínculo laboral tradicional, en asesoría de diversos tipos, en funciones creativas como Marketing o Diseño, en la personalización de propuestas y ofertas de Ventas, etcétera. Un mundo nuevo en el que creo que la presión de la nueva Administración Trump va a conseguir una aceleración para la que tienes que estar preparado.
Habrás visto que se ha estrenado con esa pose de chulito a la entrada del baile del pueblo que mira por encima del hombro a los forasteros. Confirma aranceles de 25% a México y Canadá, amenaza a los BRICS, y asusta a la UE hasta el punto de que la señora Von der Leyen ya está ensayando la genuflexión, es decir, vuelve al aislacionismo que presidió su anterior periodo. Los expertos dicen que la economía americana irá bien y que Europa va a sufrir un poco más, con vaivenes; todos sabemos de memoria que los vaivenes implican más desconfianza, menor inversión, menor consumo, más desempleo, un círculo vicioso. Sé que esto choca frontalmente con el optimismo irredento de nuestro presidente, hay que admitir que apoyado en buenos resultados económicos, pero creo que a todos nos llegan señales de que no estamos surfeando la ola del crecimiento sostenido; a título de ejemplo, el PIB cayó en el cuarto trimestre en Alemania y Francia, mientras Italia registraba crecimiento nulo por segundo trimestre consecutivo. Parafraseando al Dr. Rodríguez Braun, ¡¡cuidadooooo!!
Se ha envuelto en la bandera de la anti-inmigración y parece que le da rédito electoral y propagandístico (redundante, ¿no?), con imágenes de latinos detenidos y expulsados. No me creo que vaya a expulsar a once millones de trabajadores, y no lo hará, pero su discurso está cuajando en muchos países de Europa - Alemania el último - en que ya se están planteando recabar el apoyo de partidos de extrema derecha para gobernar; estos partidos, que aglutinan el descontento de muchos ciudadanos con la inmigración como punta de lanza, van a llegar a los gobiernos y van a tratar de erradicar esa cultura de buenismo, mucho sesgo woke, de la que Europa ha hecho gala. No creo que comencemos una expulsión de extranjeros de Europa pero sí veremos una mayor dificultad de entrada y de conseguir ayudas y subvenciones gubernamentales, un efecto disuasorio que tendrá otras consecuencias en el empleo. Soy incapaz de preverlas en detalle, pero el modelo actual será corregido, y quizás de paso haremos feliz a ese Jefe de Producción (me han contado la anécdota como cierta) que pidió a sus colegas de Selección que solo le trajesen empleados cuyo nombre supiese pronunciar.
Parece que se avecinan tiempos de retroceso de derechos en materias de diversidad e inclusión en Estados Unidos. Confío en que serán salvas con pólvora del rey y que la realidad de una sociedad diversa se impondrá; creo que a todos nos resultaría anormal el retorno a esos tiempos en blanco y negro donde solo había dos géneros, como así ha decidido para la Administración estadounidense. No preveo que esa ola reaccionaria cruce el Atlántico y que, si lo hace, llegue muy atenuada, quizás solo para esas empresas de matriz norteamericana que quieran hacer méritos. Por cierto, a mí me ha resultado obsceno el espectáculo de los CEO's de las compañías tecnológicas punteras asistiendo a su toma de posesión en una demostración de por dónde van a ir los tiros, y la confirmación de que estaban empezando a recoger la inversión realizada; he oído en una tertulia que varios de ellos están buscando mansión en Washington DC para estar más cerca del poder. En cualquier caso, no espero avances cualitativos en este tipo de derechos si en los próximos años se produce un viraje social hacia gobiernos menos progresistas, pero tampoco recortes.
Elon Musk, que actúa como primer ministro in pectore, ha prometido un recorte notorio en la administración pública, incluyendo una oferta a más de dos millones de trabajadores federales para que dejen su puesto de manera incentivada, amén de otras amenazas. Están teniendo la oposición sindical esperada y, como en otros temas, no llegarán a un objetivo tan ambicioso...pero algo conseguirán; pensemos que solo la mitad ya sería mucho, y desde luego choca con el modelo europeo/español/catalán de más y más administración. Admitimos de forma bovina que haya más funcionarios, que muchos de nuestros jóvenes vean en la oposición una salida vital, que no crezca el número de médicos y profesores al mismo ritmo, que pasemos por el trámite de la cita previa cuando no se ha demostrado que sea más eficiente para el conjunto de la ciudadanía, y que no se perciban mejoras macro en procesos o productividad con la tecnología. Que nadie entienda que abogo por despedir a no sé cuantos funcionarios sino por racionalizar la administración que pagamos entre todos para que sea realmente eficiente; estamos en una tesitura tal que casi nos conformamos con que no crezca.
Y no puedo terminar esta columna sin una referencia al teletrabajo. Después de esa corriente surgida en la postpandemia según la cual el teletrabajo era la panacea de la productividad y la única forma de atraer a los Z, estamos asistiendo a un coro cada vez mayor de voces fomentando su limitación; los catastrofistas hablan de quieren "cargarse el teletrabajo" cuando Google, Meta o las Big Four - entre otras - están virando hacia un modelo hibrido con 2-3 días en la oficina como mínimo, ya que el modelo 0% presencial crea barreras para aspectos clave como innovación o trabajo en equipo. No es un tema especifico de la nueva administración, aunque es bien sabido que Musk es un ferviente anti-teletrabajo, como bien saben sus empleados de Twitter o SpaceX. En Europa veremos la mutación hacia ese modelo hibrido; no creo que sea una barrera para contratar Z's si todo el mercado se mueve en esa dirección. En España probablemente habréis leído noticias sobre Holaluz y las protestas sindicales por la eliminación del teletrabajo, entre otras cosas; no conozco el caso en profundidad pero parece que ese no es su problema fundamental sino un peón en la batalla de la rentabilidad y la financiación, y casi podría apostar a cómo va a terminar, que será interesante.
Por cierto, y aunque te parezca mentira, la frase "Cosas veredes, amigo Sancho", tan interiorizada por todos como parte del Quijote y usada recurrentemente como tal, no aparece en el insigne libro. ¿Sorprendido? Ya estás corriendo a buscarlo en ChatGPT o en DeepSeek, según prefieras que tu búsqueda se almacene en un servidor estadounidense o chino. ¿Ya? A mí me ha permitido encontrar un título con el que mostrar mi perplejidad ante el impacto potencial de los cambios en los próximos años y espero que atraer tu atención hasta aquí. Prueba conseguida.