Aún en su primer año de existencia, pero con mucho know-how acumulado en su equipo, la start-up biotecnológica Biōnte irrumpe con un propósito muy definido: ofrecer soluciones especializadas y de alto valor añadido en el reto global de neutralizar las micotoxinas de la nutrición animal. Un campo lleno de oportunidades en el que, gracias a su apuesta por la investigación, aspiran a ser líderes mundiales y proyectarse a facturaciones que, en pocos años, podrían superar los 20 millones de euros anuales.
La guerra de precisión contra las micotoxinas, los contaminantes que se esconden entre los alimentos, es uno de los grandes retos de la humanidad, dentro de un escenario de crecimiento demográfico en el que la producción de alimentos saludables necesita ser cada vez más eficiente y segura. En este contexto, nace Biōnte, empresa de matriz reusenca que cuenta con su laboratorio central en el Tecnoparc de la capital del Baix Camp.
Detrás del proyecto está el Grupo Andrés Pintaluba SA (APSA), referente en nutrición animal con más de 40 años de trayectoria. Ignacio Montagud, director general de Biōnte, explica que "su experiencia en el sector es un aval y una tarjeta de presentación en un campo en el que es necesaria mucha investigación para ofrecer soluciones personalizadas". Esta es, precisamente, la estrategia de Biōnte: diseñar productos altamente especializados y a medida de las necesidades de un mercado muy heterogéneo.
La vinculación con el Grupo Andrés Pintaluba es un aval ante el mercado internacional
"Cada vez más los clientes piden proveedores especializados, no quieren sólo un buen producto sino también asesoramiento y seguimiento técnico, un buen servicio, en definitiva", explica Montagud, que añade que "el producto también tiene que ser competitivo, con unos costes asumibles por el mercado". Con experiencia contrastada en este sector y economista de formación, el director general tiene claro que "tenemos que interactuar con el cliente y con centros de investigación para obtener estos productos de valor añadido". Por eso ya colaboran con la Universidad de Misuri (EE.UU.) y la de Guelph en Ontario (Canadá), entre otras.
El planteamiento de Biōnte es candidato para una inyección de 2,2 millones de euros del CDTi (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial). De momento, ya han lanzado un primer producto del que esperan vender 500 toneladas ya este año y 1.500 el 2023. "Es un producto innovador porque combina tres efectos beneficiosos para el animal: capta toxinas, protege el hígado de los animales y previene el estrés oxidativo y tiene un efecto post-biótico que mejora la nutrición del mismo", detalla Montagud.
Biōnte ya trabaja en la que se divisa como una gran oportunidad de mercado: la lucha contra la micotoxina DON, que no es capturable y sólo se puede abordar desarrollando un producto biotransformador que degrade su efecto tóxico y elimine el impacto negativo. Un objetivo para el que esperan tener respuesta en dos o tres años. "Si podemos aportar soluciones en este segmento tendremos un gran retorno de la inversión que estamos haciendo, porque sólo hay otra empresa en todo el mundo que trabaja con solvencia en los resultados y la demanda es muy alta", apunta Montagud.
La investigación científica les permite elaborar productos a medida de necesidades muy específicas
La inversión inicial de Biōnte en las diversas investigaciones en las que trabaja roza los 5 millones de euros, una cantidad que esperan compensar con una facturación similar ya el 2022, pero que podría tener un crecimiento exponencial cuando algunas de sus apuestas estratégicas den frutos, levantando la facturación por encima de los 20 millones de euros. "La clave es el conocimiento y nuestro nivel de especialización", subraya el director general, que insiste en que "el recorrido para la innovación en este sector es muy grande y el mercado es ilimitado, con una demanda que crecerá de forma sostenida en los próximos años".
UN 'DREAM TEAM' PLURIDISCIPLINAR
El actual equipo de Biōnte es ya un pequeño dream team que incorpora perfiles y ámbitos de conocimiento diversos con un objetivo común: hacer realidad, a partir de la investigación, los productos especializados que configuran su propuesta de valor. "Tenemos ingenieros agrónomos, veterinarios, químicos, bioquímicos y especialistas en nutrición animal en varias especies y varias áreas geográficas y este será el camino que seguiremos, porque el talento es clave", explica el director general, Ignacio Montagud. Sin olvidar "el talento comercial que también necesitamos para dialogar con el mercado y hacer la investigación a medida de sus necesidades", concluye.