El Aula Magna de la Universidad de Barcelona ha acogido recientemente la presentación oficial de la Cátedra de Transición Energética de la Fundación Repsol, que nace en la UB con la voluntad de crear una red de conocimiento que permita integrar a otros centros como la URV. El presidente de Repsol, Antoni Brufau, avanza que funcionará como un observatorio mundial sobre reutilización del C02 en procesos industriales, a la vez que coordinará ponencias técnicas de primer nivel y estimulará a los estudiantes para aportar soluciones más imaginativas.
¿Qué enfoque le va a dar usted a la Cátedra Repsol de Transición Energética?
Nuestro papel como Cátedra no está en desarrollar productos nuevos... No tenemos masa crítica para ser competitivos en esa investigación. Hay que tener en cuenta que compañías como Total tienen centros de investigación brutales... Y nosotros también los tenemos, como el Centro de Tecnología de Repsol en Madrid.
El presidente Brufau ha puesto el acento en la captación y reutilización del C02.
Si tú valorizas el C02 y le dices pones un precio, estás lanzando una señal económica. La varita mágica es esa. Si buscas en el Financial Times, encontrarás información sobre una planta piloto en Viena que captura el C02, lo lleva a unos depósitos que tiene en el subsuelo y con él están haciendo crecer los cultivos en zonas que antes no producían.
¿Qué usos se le puede dar?
Depende del volumen, pero es materia prima para biocarburantes... también existe la posibilidad de hacer cemento, o por ejemplo para la reforestación. Hay muchas técnicas para atraparlo, con un tipo de material como las llamadas serpentinitas, o triturados que se colocan sobre el suelo, captan C02 y aumentan la productividad del terreno.
En Tarragona hay equipos que están obteniendo resultados esperanzadores.
Así es, hay grupos de investigación muy interesantes vinculados a la URV que están haciendo un trabajo estupendo desde el enfoque de la química. He visto otra gente aquí que avanza desde las ciencias de la ecología, las empresas a través de la evaluación del impacto social... Hay territorios que lo están gestionando muy bien; se trata de cooperar y crear sinergias en la misma dirección, porque un mix de 100% renovables no lo veo viable.
¿Tampoco en el futuro?
Fíjese solo en una cuestión, en la minería que necesitamos para llevar la electricidad a los aparatos que funcionan con esas energías renovables. Un ejemplo: los jóvenes van muy contentos con sus patinetes eléctricos, y es verdad que es una alternativa estupenda de transporte que no emite contaminantes. Pero al extraer los minerales para la batería que llevan... ¿Cuántas emisiones se han liberado? ¿Cómo reciclaremos las baterías?
¿Considera que existe demagogia al tratar la transición energética?
El problema necesita una visión de conjunto, es decir, no vender soluciones mágicas y titulares con el 100% de renovables. Al menos si no almacenamos la electricidad, para lo que necesito baterías enormes, y ese es otro tema de investigación. Hablamos de almacenar durante días y durante estaciones del año. Hablamos de estos retos en la transición... como el hidrógeno, que será otro desafío enorme.
¿Observaemasiado electoralismo?
Yo no pondría tantas fechas, para mí el tema no está en dar grandes titulares. Cuando los políticos anuncian compromisos para el 2040 ó 50, ellos no estarán para rendir cuentas... Vamos a analizar a fondo la realidad que tenemos, y teniendo en cuenta ese diagnóstico, vamos a poner las cosas sobre la mesa y analizar si hay electoralismo o no.
¿Hay cuestiones que se escapan al foco de la opinión pública?
Por ejemplo, los recursos minerales críticos para la energía, cómo los hemos de buscar. Cómo está la UE en la nueva geopolítica del litio, del cobalto, etc. Lo que quiero es que se tomen decisiones informadas; aspiro a que la población pueda tomar decisiones críticas sobre la base de la información veraz y contrastada. Porque no se trata sólo de un reto tecnológico, como se puede ver en múltiples casos, sino que implica cuestiones sociológicas y de estrategias de comunicación.
¿Ve realista el cierre de las nucleares de Tarragona?
No, e ilustra lo que estamos comentando. La gente no quiere nucleares y es muy libre, pero cuando hablan del 100% de renovables en el 2050... Si se tiene en cuenta que a día de hoy el 50% de la electricidad de Cataluña es de origen nuclear, y las renovables no llegan ni al 10%, tendríamos que sustituir ese enorme diferencial, más todo el crecimiento que tenemos.
¿Y el caso alemán? Siempre se pone como ejemplo.
Cuando Merkel llegó al poder tuvo que pactar con los verdes. El cierre de las plantas nucleares fue el precio. Además, después de Fukushima la gente no quería ni oír hablar de energía nuclear. Yo no soy ni pro ni antinuclear, pero pongamos los números sobre la mesa. La opinión pública debe saber que Alemania es el mayor emisor de C02 de la UE porque sustituyen las centrales nucleares por térmicas de carbón, que además, es el que Estados Unidos no está utilizando porque con el fracking está cambiando las plantas de carbón por gas natural. Nosotros no tenemos carbón, tenemos nucleares, que es energía limpia desde el punto de vista de las emisiones. Es verdad que tiene otros problemas como los residuos... pero claro, no queremos emitir C02, no queremos los riesgos derivados de la industria nuclear...
No hay recetas sencillas para problemas complejos...
Soy consciente de que a la población le gusta tener a alguien que le solucione la papeleta, más que conocer el trasfondo de un problema de gran complejidad... Lo que buscamos precisamente con esta Cátedra de Transición Energética es que todo el análisis y el debate gire en torno a datos rigurosos, no perjudicado por sesgos y prejuicios.
Son malos tiempos para el análisis y el rigor científico.
La complejidad produce inseguridad, y una serie de gente se aprovecha de esta debilidad psicológica. No estás preparado desde pequeño para lo complejo, para saber que la seguridad absoluta no existe... hay quien se aprovecha para ofrecer soluciones que no funcionan, pero que son muy provechosas económicamente. Son las realidades imaginarias de Sapiens. El primero que se inventó que era un brujo estaba vendiendo humo, pero eso le permitía cohesionar y manipular a sus vecinos.
¿Cree que la Cátedra ayudará a hacer luz en medio de ese humo?
Mire, yo creo en los ideales de la Ilustración, en frente del populismo y la postverdad. Esos ideales son la razón y la búsqueda de la verdad. La ciencia es una búsqueda permanente de la verdad, frente a creencias, dogmatismos, emociones y sentimientos. Lo que es verdad hoy, no lo es mañana. Yo me he tenido que corregir muchas veces, empezando por mi tesis doctoral. El método científico consiste en saber que estás siempre en un camino. En frente de estos ideales nos topamos con una población que busca mayoritariamente certezas.
¿Mantiene usted la esperanza de cambio?
Los científicos trabajamos con una realidad que se rige por un método y unas premisas que nos alejan de la población, y alguna gente se aprovecha de eso. Hay quien tira la toalla, pero otros seguimos tendiendo puentes como sea, porque lo contrario es más peligroso
'La Voz', en materia de energía
Licenciado en Geología por la Universidad de Barcelona (UB) y doctorado en Ciencias Geológicas, Mariano Marzo es desde hace 30 años catedrático de Estratigrafía y profesor de Recursos Energéticos y Geología del Petróleo en la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB, desde donde ha desarrollado su carrera docente como investigador, académico, articulista y conferenciante. Está considerado como uno de los mayores especialistas del país en materia energética: ha trabajado en Europa, Estados Unidos, América del Sur, Oriente Medio y Norte de África y es miembro de la American Association of Petroleum Geologists y de la European Association of Petroleum Geoscientists & Engineers. Ha participado en consejos asesores de las Administraciones central y autonómica, entre otras instituciones, y mantiene una relación continuada con la industria del petróleo y del gas a través de la investigación aplicada al sector de la exploración y a la caracterización de los sedimentos en los yacimientos. La UB lo distinguió en 2014 como el mejor divulgador científico.