Franc Carreras predicó su metodología para la reinvención en la Cámara de Comercio de Tarragona en un momento en que los golpes de timón pasan de fantasía a opción real en la mente de muchos profesionales. Este mentor del cambio que imparte conocimientos de marketing digital en la escuela de negocios ESADE dejó varias consignas claras: la necesidad impulsa el cambio, pero hay que planificar bien qué camino es elige y por qué motivos, invertir tiempo y esfuerzos y minimizar los riesgos. Si se hacen los deberes, la recompensa es muy valiosa: desarrollo profesional y realización personal. Vale la pena planteárselo.
¿Son buenos tiempos para reinventarse?
Sin duda. Sobre todo, por un motivo: cuando la necesidad apremia las personas pasamos a la acción. Pongo un ejemplo: en mamisdigitales.com tenemos éxito porque son personas que ante un hecho vital como la maternidad cambian sus valores y quieren un trabajo que puedan hacer desde casa para estar al lado de sus hijos. La necesidad es un motor de motivación.
Pues la pandemia parece un buen aliado, porque (lamentablemente) gente que necesita un cambio de enfoque profesional va a haber mucha...
Así es. La idea de la reinvención puede estar en tu mente durante mucho tiempo. Pero si te aplican un ERTE o te quedas sin trabajo vas a tener el tiempo y la motivación para llevarlo a la práctica. Para formarte, para elegir, para planificar... Hay que positivizarlo y verlo como una oportunidad. Y no olvidemos que es un buen momento para hacerlo, porque los medios digitales lo facilitan. Hace 30 años hubiese sido mucho más difícil. Ahora tenemos el mismo acceso a personas que viven cerca que a otros que están a miles de quilómetros. Esto amplía mucho nuestros horizontes profesionales. Es cuestión de saber aprovecharlo.
Al margen de la necesidad, ¿qué busca un profesional que se reinventa?
Dan Pink propone un esquema que me gusta: autonomía (autogestionar el propio trabajo), dominio (desarrollo de los conocimientos) y propósitos (aportar cosas al bien común, seguir tus valores). En resumen, se trata de controlar tu logística, tu crecimiento y las consecuencias de tu trabajo para la sociedad. Es una apuesta por el desarrollo, pero también por la felicidad.
Con la destrucción de empleos de la crisis de Lehman Brothers se rindió culto al emprendedor, en muchos casos por emergencia. Y la mortalidad de estos proyectos fue del 80%. ¿Cómo filtrar la reinvención viable de la que no lo es?
No es una ciencia exacta. Pero yo propongo un método japonés: el Ikigai. Consiste en hacer una lista de que te gustaría hacer. De esta lista nos quedamos sólo con lo que se nos da bien, y ya quedan menos cosas. Y luego eliminamos las que no tienen mercado. Y si encima puede ser algo que ayude al mundo, pues mejor. Hay que mirarse al espejo y hacer un buen business plan con lo que vemos.
¿Y ya está? No puede ser tan fácil...
Para nada. A partir de ahí queda mucho trabajo. Hay que enfocarse y alejar las distracciones. Y aportar mucho esfuerzo personal, que es un requisito que no tiene nada de nuevo. Puedes tener un buen plan y el mejor acompañamiento. Pero en el fondo es un proceso íntimo. Nosotros descartamos algunos perfiles porque detectamos que no lo conseguirán.
¿Invertir tiempo y dinero en formación es una barrera?
Menos que nunca. La robotización destruirá trabajos, pero creará otros nuevos. Para adaptarse a una de estas nuevas profesiones no es necesario volver a la universidad, porque muchas veces ni las universidades están preparadas para enseñarlas. Podemos reaprender muy rápidamente y de manera muy barata desde Youtube, por poner un ejemplo.
¿Qué tal andamos de predisposición al cambio, al golpe de timón?
Progresamos, porque la situación lo requiere. Aunque estamos rodeados de pinchaglobos, y hay que alejarlos. Hay gente que quiere frenarnos para que nuestro éxito no les moleste. A veces, es mejor ser discretos con estos procesos y no comentarlos con nuestro entorno más inmediato hasta que son consistentes.
¿Y de tolerancia al fracaso? Se suele decir que aquí estigmatizamos al que no lo consigue al primer intento, mientras que en EEUU está mucho más aceptada la idea que el fracaso es un aprendizaje para llegar al final del camino...
También progresamos. Pero hay que interiorizar más que el fracaso no existe, es falta de éxito, y si sigues adelante tomando las decisiones adecuadas, es provisional. Cuantos más números tienes más opciones de que te toque la lotería. Y no hay que fiarse de los que lo consiguen a la primera, porque o han tenido mucha suerte o han hecho trampas. Y ninguno de los dos casos nos sirven. Mejor seguir los consejos de los que les costó un poco...
Larry Bird (jugador de baloncesto de los 80) decía que "el buen tirador es el que falla siete veces y el octavo intento lo ejecuta con la misma confianza en sí mismo".
Esa tiene que ser la actitud (sonríe). Las personas que se dedican a las ventas ya lo tienen interiorizado, porque en el área comercial si no eres incansable difícilmente conseguirás resultados. Otros perfiles no son tan duros en este sentido. Pero hay que ir en esa dirección.
¿Reinventarse implica hacer saltos mortales que pongan en riesgo nuestros ahorros y/o patrimonio?
Se asocia al emprendedor con el amor al riesgo. Pero el buen emprendedor es un experto en minimizar estos riesgos. Hay una frase que me gusta mucho que recomienda cuidar lo que puedes perder, porque lo que puedes ganar se cuida sólo. Cualquier paso que damos en nuestro desarrollo profesional, por muy atrevido que sea o por mucho que implique un cambio radical, hay que darlo con cautela, asegurando bien la base sobre la que saltamos. Y evitar las apuestas de todo o nada. Porque el factor suerte existe, y si puedes seguir apostando tendrás más opciones para que al final todo encaje.
Mentoría de bolsillo, semáforo de ideas y 'mamis' digitales
Franc Carreras es, según Expansión, uno de los 50 principales expertos en transformación digital de España. Enseña marketing digital en la escuela de negocios ESADE. Al margen de su dimensión académica, siente pasión por el acompañamiento a los emprendedores. Por eso acumula ya varios proyectos con ese denominador común. Como mentoriadebolsillo.com, plataforma desde la ejerce de mentor virtual para que, en ocho semanas, las ideas de negocio de sus alumnos se hagan realidad. O semáforodeideas.com, un test virtual para analizar si esas ideas de negocio tienen o no recorrido. Aunque su proyecto de más impacto tal vez sea MamisDigitales.org, una plataforma que nació en 2016 para convertir madres en gestoras de redes sociales, una profesión al alza que permite conciliar la vida familiar. "Lo que más nos enorgullece es que ayudando a estas madres ayudamos a que haya niños más felices y si ellos crecen felices el futuro será mejor para todos", destaca Carreras. Más de 1.300 madres dan fe de un modelo que ya han replicado en Francia.