Nuestro experto dibuja un futuro cercano de experiencias turísticas totalmente personalizadas, con modelos predictivos -gracias a la información que puede aportar la inteligencia artificial- y tecnologías que ayuden a vivir con mucha intensidad los lugares y las personas; con fórmulas para desconcentrar y desestacionalizar la actividad. Un nuevo modelo de turismo en el que los destinos y las empresas que sepan reunir, procesar e interpretar los datos de sus clientes obtendrán claras ventajas competitivas frente a la competencia, con el objetivo de crear valor añadido y con la satisfacción del viajero en el centro de la estrategia.
Habla usted de un 'reset' turístico obligado por la pandemia...
Se considera que en los primeros ocho meses desde el confinamiento hemos dado un salto de ocho años en disciplinas científicas y empresariales, un salto adelante a través de cambios disruptivos que afectan a la forma de ser y de vivir, y por supuesto en el hecho turístico. Hemos tocado fondo al vivir un momento crítico y este contexto nos lleva a redefinir las reglas de juego, con nuevos actores y escenarios.
¿El parón está ayudando a revisar la estrategia empresarial?
Hay un poco de todo. Tendemos a pensar que un periodo de reflexión nos ayuda a reconsiderar los procesos, pero muchas empresas siguen en la misma línea y hacen las mismas cosas. De forma utópica, todos compran un viaje de introspección para meditar sobre qué aspectos mejorar y qué líneas de trabajo emprender; sin embargo, se mantiene un porcentaje bastante elevado que no entiende del valor añadido de transformarse digitalmente, de conocer más y mejor a su usuario, y por tanto no saben cómo adaptarse a su cliente.
También le gusta reflexionar sobre el 'mantra' de la innovación.
Lo suelo equiparar al concepto de sostenibilidad. Como sucede con el fútbol, todo el mundo opina y lo entiende de forma diferente. Hay versiones diferentes, y las hay para todos los gustos. Hay muchos mitos y usos poco adecuados, aunque lo importante es que el mensaje va calando en los empresarios.
¿Cómo se distingue la innovación bien entendida?
La innovación es mecanismo de diferenciación estratégica, no se debe confundir con una mejora. Hoy se ha convertido en un must, en una obligación. Todas las prácticas empresariales que no quieran adaptarse a los nuevos tiempos, con análisis pormenorizados de segmentos, productos, servicios... están destinadas a ser obsoletas.
¿Es sólo tecnología?
La tecnología es una dimensión especial de la innovación, capaz de levantar fuertes barreras de entrada a la competencia. La Covid ha sido un revulsivo para ponernos al día, ahora lo que buscamos es recuperar la estabilidad perdida, y en eso juega cómo innovamos. Es el punto crítico donde las empresas turísticas pueden dar el salto, con más intercambio información, más transparente, más ágil... Trabajamos mucho con las nuevas tecnologías que se están creando para la obtención de datos y mejorar las experiencias. Los que quieran seguir en sus trece van a estar en desventaja.
¿Por dónde van los tiros en esta evolución acelerada del sector?
Casi todo pasa por un acceso a la información en tiempo real, que antes las empresas no tenían. Información de todos los sectores y agentes, de todos los visitantes... eso supone ir a otro nivel en el que prime la evaluación de impacto en el destino. Asistimos a la revolución silenciosa del Big Data, que refleja la importancia de obtener datos de calidad interpretadas por personas que puedan dar una visión diferente, junto a la digitalización que ayude a ahorrar tiempo y dinero en los procesos. Además, los avances en áreas como la conectividad 5G, la sensórica, la robótica... nos conducen a una forma de experimentar que no hemos visto.
Nos topamos con otro 'mantra' como la inteligencia artificial.
Es evidente el cambio sustancial que va a provocar, aunque en el sector turismo sólo se ha implementado de forma residual en comparación con otros entornos (financieros, etc...). Viajamos en una estación muy embrionaria, donde todavía se utiliza poco, pero es un factor que generará un gran cambio en los próximos años. Ya se están dando muchas vueltas de cómo se va a aplicar en el sector turístico.
¿Dónde se ubica Cataluña en el mapa de la innovación turística?
España y Cataluña, a nivel global, poseen los ingredientes necesarios para mantenerse como destinos líderes, innovadores y muy competitivos. La oferta es muy amplia y podemos apostar todavía más por calidad. No sólo por los atributos como país, sino por muchos proyectos piloto, -apps para mejorar la experiencia, evitar aglomeraciones... red de ciudades smart que estudian cómo reducir los impactos negativos del turismo...-, que son ejemplos para escalarlos o replicarlos a nivel internacional. Sin duda los fondos 'Next Generation' pueden consolidarnos como referente mundial que aplica nuevas tecnologías. Tenemos un volumen enorme de llegadas, idóneo para generar grandes bases de datos que revertir en inteligencia artificial.
Vamos con esa otra palabra quizá demasiado sobada: usted es experto en sostenibilidad.
Hoy la sostenibilidad es determinante en la decisión de contratar un servicio y otro. Los clientes quieren ver compromiso ambiental, patrimonial y social. Es muy relevante esa sensibilidad, que tiene mucho que ver con la realidad turística: el hecho de que las personas viajen tiene un impacto, y hasta ahora se ha tomado poco en consideración los temas ambientales y sociales. La pandemia nos da oportunidad de evaluar retos y plantear nuevos horizontes.
¿Qué otras tendencias se vislumbran tras la etapa Covid?
Vamos a pensar mucho más a dónde ir. Antes tomábamos la decisión más a la ligera. Las actuales circunstancias no nos dan esa libertad, que hasta cierto punto no era sostenible. Creo que la tendencia de viajar con un motivo va a primar... y también cuál va a ser tu entorno más directo para compartir la experiencia: veo un resurgir del turismo familiar, con estancias un poco más largas y menos breaks... con las burbujas viajando por tierra en destinos rurales para no depender del transporte público. Las ciudades pierden un poco de fuelle en favor de lugares seguros que nos dan confianza y nos permiten reconectar con la familia y con uno mismo. Emerge un turismo regenerativo: wellness, slow turism bajo el impulso de buscar dentro de uno mismo. Va a ir saliendo todo lo que ha pasado, necesitamos intentar digerir todo lo ocurrido.
Obseso del turismo sostenible
Ignacio de las Cuevas ejerce como director de Operaciones del Departamento de Innovació Turística de Eurecat. Le avalan más de dos décadas de experiencia internacional en los cinco continentes abordando el turismo desde un enfoque multidisciplinar, tanto para el sector privado como el público. A lo largo de los años ha desarrollado un interés particular por la cooperación internacional para el desarrollo, hospitality, la formación profesional, el derroche alimentario, la sostenibilidad y la economía circular aplicada al turismo. Más recientemente se ha enfocado hacia temas relacionados con la innovación y la transformación digital. Máster y doctor en estudios del desarrollo por la Universidad de Ginebra (Suiza), con especialización en ecología global y desarrollo sostenible, posee la diplomatura en gestión turística que otorga Bettatur (centro adscrito a la URV). De las Cuevas habla varios idiomas y es formador reconocido por el Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC).