Uno de los retos históricos del sector químico es el de como percibe el entorno su actividad. La pandemia supuso un antes y un después porque quedo más clara la condición esencial de la química. Por otro lado, el accidente de Iqoxe también marco un momento bisagra ante el que el clúster químico de Tarragona, liderado por la AEQT, ha reforzado sus estrategias de comunicación para hacer pedagogía de los beneficios y aplicaciones que la química tiene en la sociedad, en particular en al ámbito de la sostenibilidad.
Ignasi Cañagueral, presidente de la AEQT i director del complejo de Dow en Tarragona, pone en valor que "desde hace dos años estamos ejecutando un plan estratégico que tiene en la comunicación uno de sus pilares, es una prioridad para el clúster". Cañagueral asume que "tenemos que buscar nuevos canales y enfoques, pero nuestra voluntad es clara, y la administración tiene que ayudarnos en este reto".
Javier Sancho, director del complejo de Repsol, se muestra partidario de "intensificar la pedagogía para que el territorio entienda la importancia del sector y sus retos, hay que pasar de la percepción al conocimiento". Un cambio de paradigma para el que recomienda "centrarnos en las aplicaciones de la química: hablar de colchones, de vehículos, de alimentos, etc.".
Andrea Firenze reconoce que "tenemos que recuperar el crédito que perdimos en 2020 con el accidente" y para ello son importantes "nuevos formatos como el podcast, youtube, las redes sociales...". Según Firenze, la clave estratégica es "conectar los mensajes del sector con la sostenibilidad, con lo positivo que hacemos por el medio ambiente, nuestros productos sirven para hacer coches, materiales y todo tipo de bienes más sostenibles".
Euduardo Sañudo coincide en que "prácticamente todo lo que nos rodea, la química es esencial, y su aportación es esencial en el tejido económico de nuestro territorio". "Debemos ser capaces de convencer a la sociedad de la seguridad de nuestros procesos y plantas, de la excelencia en nuestros modelos de gestión, de nuestro liderazgo tecnológico".
La directora general de la AEQT, María Mas, recuerda que "la pandemia nos ofreció la oportunidad de que fuéramos reconocidos como esenciales y fue un aprendizaje". "Tenemos que seguir reivindicando nuestros impactos positivos sobre el territorio", argumenta Mas.
Desde BASF, Benjamin Hepfer percibe "una lucha entre el turismo y la industria, cuando el gran valor del territorio es que ambos sectores conviven históricamente". Para Hepfer, "es un tema político" y se muestra partidario de "poner en valor lo que hacemos y lo que aportamos". "Tenemos que ser proactivos para conseguir revertir el desconocimiento que todavía hay y que una antorcha no sea percibida como una amenaza, porque significa que funciona correctamente, no tenemos nada que esconder", afirma.