ASESA tiene el betún asfáltico como producto principal, una unidad de negocio en el que la demanda se ha mantenido estable tanto en el mercado doméstico como en el internacional, dada su especificidad y las pocas alternativas de sustitución.
Al margen de esta coyuntura de mercado favorable, Alfonso Ramos, jefe de Recursos Humanos de ASESA, explica que "los grandes retos nos vienen por la energía, tanto en términos de eficiencia como de descarbonización". Ramos avanza que "invertiremos en fuentes de energías alternativas (solar e hidrógeno) sin prever de momento una sustitución total sino la capacidad de balancear nuestro mix energético".
A pesar de eso, el director de RRHH reconoce que "la línea de negocio asociada a la cogeneración de alta eficiencia que nos produce electricidad, vapor y calor consumiendo gas natural y que fue la responsable de las pérdidas de 2022, por lo que puede verse reorientada en el futuro".
En otro ámbito, Ramos cita "los fenómenos meteorológicos adversos" como elemento de preocupación. En concreto, Ramos se refiere a "las lluvias torrenciales que nos provocan inundaciones de la planta y que han pasado de una frecuencia de cada 10 años a ser anuales". Una situación que obliga a "acciones importantes que ya están previstas encaminadas a impedir que las aguas torrenciales venidas de terrenos colindantes nos inunden además de aumentar nuestra capacidad de evacuarlas".