El sector pide más agilidad administrativa, un marco regulatorio estable y una política fiscal que estimule las inversiones

Las empresas alertan de que compiten en desventaja en un entorno de caída de la demanda y los márgenes

Dani Revenga / Tarragona

La química de Tarragona -como todo el sector europeo- sigue inmersa en una dinámica de contracción de la demanda que afecta a los márgenes de negocio, que retrocedieron 8,2% en España en 2023. Una coyuntura en medio de la cual las empreses deben afrontar retos clave para su futuro, como la descarbonización o la apuesta por las especialidades y los productos de valor añadido. Retos que requieren inversiones para las que las empresas exigen a la Administración más agilidad en los trámites, un marco regulatorio estable y una política fiscal que las estimule.

El clúster químico de Tarragona identifica el momento actual como de oportunidad. Pero alerta de que hace falta algo más para que el principal motor económico del territorio, polo químico más importante del sur de Europa, de el paso adelante que le garantice un futuro competitivo.

María Mas, directora gerente de la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT), apunta que "estamos en una buena posición dentro de Europa: el precio de la electricidad y el potencial de las renovables, además del esfuerzo en eficiencia que han hecho las empresas, nos benefician, somos atractivos para las inversiones". Pero advierte que "nuestra competitividad es una condición necesaria, pero no suficiente para este reto". Mas pide "políticas claras e inequívocas y regulaciones fiscales sólidas y estables". En este sentido, la directora gerente de la AEQT insiste en que "es necesario más apoyo para afianzar estos proyectos y que sean rentables, porque si no las decisiones que ahora se están dilatando puedan llegar a deslocalizarse".

El presidente de la AEQT, y director del complejo de Dow en Tarragona, Ignasi Cañagueral, afirma que "tenemos muy claro que la industria química debe ser el motor que mueva al resto de la cadena de valor hacia la transición a una sociedad cada vez más sostenible". "Nuestro gran reto es, a la vez, nuestra gran oportunidad: alcanzar la neutralidad climática, impulsando la autonomía estratégica y reforzando la competitividad industrial", argumenta Cañagueral, que lamenta que "actualmente no existe un apoyo normativo ni financiero suficiente para implementar la estrategia de reducción de emisiones del cracker. Estamos dialogando con autoridades y legisladores de todos los niveles; local, regional y nacional, para que entiendan esta hoja de ruta y la necesidad de soporte legislativo y reglamentario, al igual que está ocurriendo en otros países de nuestro entorno".

Desde BASF, el director del complejo en Tarragona, Benjamin Hepfer, describe el contexto actual como "una ventana de oportunidad". Según Hepfer "para aprvecharla hacen falta inversiones, y las decisiones se toman fuera, lo que significa que nuestra matrices comparan y eligen la mejor opción". El principal obstáculo en opinión del directivo es la "disfuncionalidad" de las administraciones, concretada en lentitud burocrática e inestabilidad política. "Se trata de un factor que escapa a nuestro control y que nos lastra claramente", subraya Hepfer que, no obstante, ve un sector "firmemente comprometido con la descarbonización".

Unos retos para los que el clúster cuenta con empresas como Carburos Metálicos, que los tienen entre sus prioridades. Ignacio Torres, director de Supply Chain considera que "la situación del clúster químico de Tarragona es privilegiada para asumir un papel central en el escenario que ha abierto el proceso de transición energética con iniciativas como el 'Valle del Hidrógeno'". "Estamos convencidos de que la región seguirá siendo destino de grandes inversiones y oportunidades para el sector químico en el marco del crecimiento sostenible que es la apuesta de presente y futuro para Carburos Metálicos", apunta Ignacio Torres, que remarca que "seguiremos trabajando para asegurar que en Tarragona se dispone de infraestructuras capaces de atraer inversión y nuevos proyectos que permitan a la región liderar la transición energética, la descarbonización y la circularidad de la economía". 

Andrea Firenze, director general de Covestro, dibuja una coyuntura marcada por "una bajada de la demanda y un aumento de costes de la energía y de ciertas materias primas, lo que reduce los márgenes de beneficio". Firenze, no obstante, coincide en que "tenemos la ocasión de continuar dando impulso al sector priorizando todas las actividades que nos ayuden a ser más eficientes" y "consolidarnos como el hub de la sostenibilidad de la industria química del sur de Europa". "La química es un sector estratégico, no solo por nuestra capacidad de innovar y proveer a la sociedad con soluciones punteras que les garanticen un día a día mejor, sino también por estar marcando el camino hacia la descarbonización y la economía circular en todos los sectores industrializados", recuerda Firenze.

Rubén Folgado, director general de Messer, pone el acento en que "España está viviendo un periodo de costes energéticos muy bajos, comparado con los últimos años, lo que hace que las empresas españolas ganen competitividad frente a sus competidores europeos", aunque la desaceleración de la economía ha hecho mella en las ventas. Según Folgado "es absolutamente necesario el desarrollo de grandes infraestructuras de producción y transporte de energías renovables en el territorio, para seguir impulsando la transición energética y atraer nuevas inversiones". "Esto será clave para mantener nuestra competitividad futura. Nos jugamos la supervivencia de la actividad química en el territorio ya que los principales polígonos de Europa están desarrollando importantes proyectos al respecto", concluye Folgado.

Javier Sancho, director del complejo industrial de Repsol en Tarragona, apunta que "el polo petroquímico de Tarragona es el más importante del sur de Europa con una integración muy relevante entre todas las empresas del sector". Sancho cree que "la integración entre la química derivada, la petroquímica básica y el negocio de Refino, con lo que la posiblidad de sinergias existentes hacen que el sistema industrial sea altamente resiliente". Sancho señala como necesarios "los proyectos de electrificación o los que nos permitan avanzar en diferenciación y especialización de productos" como claves de futur para el clúster químico de Tarragona.

Eduardo Sañudo, director general de Vopak Terquimsa, describe la desventaja competitiva de Tarragona con otras zonas del mundo como Estados Unidos y Oriente Medio "con acceso a materias primas más baratas, lo que está provocando una atracción de nuevos proyectos". Según Sañudo, "el complejo químico de Tarragona es competitivo lo que nos permite ser moderadamente optimistas para el futuro", aunque insiste en que urge "un entorno regulatorio favorable y la existencia de subvenciones públicas que ayuden a que los nuevos vectores energéticos alcancen su madurez y la escala necesarias para convertirse en una alternativa real". "Las grandes compañías multinacionales decidirán, en los próximos 4-6 años, dónde van a seguir producieno los próximos 20, y aquellos sites que no cuenten con los niveles de competitividad adecuados simplemente desaparecerán del mapa industrial", advierte Sañudo.

Desde ASESA, el director Francisco Claver, diagnostica un "frágil equilibrio de la situción geopolítica mundial que genera mucha incertidumbre" y de unas previsiones de "incrementos de costes derivados de las emisiones de CO2 que pueden impactar significativamente en las cuentas de resultados de algunas compañías". Por ello, y para llevar a cabo una descarbonización efectiva, reclama "la electrificación masiva de muchos procesos de fabricación y logística" para lo que "será necesario que la infraesrtuctura de generación y transporte de energía elecrtica evolucione al mismo tiempo adquiriendo la dimensión adecuada para abastecer la necesidad allí donde se produzca". "Es necesario que las administraciones faciliten y colaboren con estos proyectos que conllevan grandes esfuerzos inversores", concluye Claver.

Maria Mas (AEQT)

"nuestra competitividad es una condición necesaria, pero no suficiente, necesitamos políticas claras e inequívocas y regulaciones fiscales sólidas y estables"

Francisco Claver (ASESA)

"Las administraciones tienen que facilitar y colaborar con las empresas en sus proyectos, que conllevan grandes esfuerzos inversores"

Benjamin Hepfer (BASF)

"Estamos ante una ventana de oportunidad si se hacen las inversiones adecuadas, pero la administración es demasiado lenta, ha llegado a ser disfuncional"

Ignacio Torres (Carburos Metálicos)

"Seguimos trabajando para asegurar que disponemos de infraestructuras capaces de atraer inversión y nuevos proyectos para liderar la transición energética y la descarbonización"

Andrea Firenze (Covestro)

"Tenemos que priorizar las actividades que nos ayuden a ser más eficientes y consolidarnos como el hub de la sostenibilidad del sur de Europa"

Ignasi Cañagueral (Dow)

"Nuestro gran reto es nuestra gran oportunidad: alcanzar la neutralidad climática e impulsar la autonomía estratégica y reforzamos la competitividad"

Ruben Folgado (Messer)

"Es absolutamente necesario el desarrollo de grandes infraestructuras de producción y transporte de energías renovables en el territorio"

Javier Sancho (Repsol)

"La integración de las empresas genera una gran cantidad de sinergias que hacen que nuestro sistea industrial sea altamente resiliente"

Eduardo Sañudo (Vopak Terquimsa)

"Las grandes multinacionales decidirán en los próximos 4-6 años dónde van a seguir producieno los próximos 20, y los que no sean competitivos desaparecerán del mapa"