El sector químico, como industria básica capaz de aportar soluciones en los ámbitos de la salud, la higiene, la alimentación, los materiales, etc., asume el compromiso de dar respuesta a las nuevas necesidades generadas por la Covid-19, como ya ha hecho en estos últimos tres meses. Un compromiso con el bien común que se transforma en oportunidad de mercado, como ya ha venido siendo en los últimos años la economía circular.
Montse Vallverdú, Directora General de ASESA, está convencida que "la industria química se adaptará a la nueva situación para cubrir las nuevas necesidades que genera el escenario postCovid". Juan Lorenzo Boix, Director de Fiabilidad y Mantenimiento del Complejo Industrial de Repsol en Tarragona, coincide en que habrá "nuevas oportunidades" para la química "por su capacidad de generar soluciones a muchos de los retos derivados de la Covid-19, en los ámbitos de pharma, alimentación, higiene...".
En esta línea, Juan Pedro Díaz, Gerente de la AEQT, cree que "las empresas deberán hacer un esfuerzo para saber adaptarse, para detectar las nuevas necesidades de los mercados y siendo ágiles y flexibles en un entorno cambiante que cada vez lo será más".
Economía circular: el gran desafío
En los últimos años, la sostenibilidad y la economía circular ya se habían consolidado como compromisos del sector que son, a la par, grandes oportunidades de mercado. Andrea Firenze, CEO de Covestro en España, tiene claro que "la industria química es necesaria para suministrar materiales y productos indispensables para sectores esenciales". Firenze constata que "el planeta se enfrenta a grandes desafíos como el cambio climático, proteger la biodiversidad y la escasez de recursos ante una población en crecimiento. Es necesario superar el enfoque de 'un solo uso' y basarnos en el reaprovechamiento de los materiales, la economía circular". Firenze añade que "hay que hacer un enfoque integral de la eficiencia en los recursos, pero también en las fuentes de energía, ya que las energías renovables como la solar y la eólica son alternativas cada vez más factibles a los combustibles fósiles".
En este sentido, Montse Vallverdú, de ASESA, apunta como objetivo "la contribución a la economía circular para disminuir la huella de carbono del planeta, una tendencia que seguirá su curso más allá de la pandemia". En la misma línea, Eduardo Sañudo, Director de Vopak Terquimsa en Tarragona, cree que hay que "aprovechar el momento que estamos viviendo para apostar por proyectos diferenciadores desde el punto de vista de la sostenibilidad; en el fondo, es el momento de cuestionarnos cual debe ser nuestro papel como empresas ante la sociedad". "Por esta vía, la de la economía circular, las especialidades y el I+D, y siendo más eficientes, podremos posicionarnos como 'front runners' y seguir atrayendo inversiones al territorio y seremos competitivos frente a los complejos de Oriente Medio o el Sudeste Asiático", diagnostica Sañudo.