La paralización de la economía productiva, con muchas plantas operando a mínima carga o cerradas, ha llevado a un descenso de la demanda de gases industriales. Messer ha mantenido las plantas de fraccionamiento en marcha para el suministro de las industrias químicas de Tarragona. Pero la demanda de gases licuados, que también se obtienen en estas plantas, ha caído fuertemente debido al parón de sectores como el automovilístico y la cerámica.

De cara a los próximos meses, Folgado prevé "importantes reducciones en la venta de gases para el sector de automoción incluyendo sus empresas provedoras en consecuencia de la pandemia. Esperamos que la demanda de clúster de cerámica siga recuperándose gradualmente siguiendo la tendencia del sector de la construcción. Igualmente constatamos una fuerte bajada en la demanda de CO2 debido a la situación actual de la hostelería y del turismo". En cuanto al suministro de grandes clientes a través de la red de gaseoductos en el complejo petroquímico de Taragona, el directivo de Messer asegura que "esperamos que el proceso de reanudación de la actividad de producción de óxido de etileno siga evolucionando ya que es un producto importante en la cadena de producción de nuestro polígono".

Cultura anti-riesgo

En referencia a la gestión de la emergencia, Messer apunta que "la gestión del riesgo está en nuestro ADN y nos hemos adaptado de forma rápida a la situación". La compañía está aplicando un plan de desescalada que prevé la reincorporación progresiva del personal a sus puestos de trabajo e incluye todas las medidas de protección e higiene requeridas para garantizar la salud de los empleados, contratistas y clientes, además de evaluar las posibilidades de seguir con el teletrabajo en diferentes departamentos. Messer Ibérica cumple en estas fechas 50 años. Su estrategia es seguir apostando por el Camp de Tarragona y ampliar su presencia en toda la Península. Para ello, están trabajando en diferentes proyectos.