Juan Lorenzo Boix, Director de Fiabilidad y Mantenimiento de Repsol en Tarragona, destaca que "la química está viviendo un cambio de paradigma en los usos de muchos productos por el valor añadido que aportan a la sociedad para la mejora de la higiene, la sanidad o la eficiencia energética". Otras líneas de negocio -reconoce- "se verán transitoriamente afectadas por los cambios en la demanda del mix energético, pero esperamos una recuperación de las mismas para atender las necesidades energéticas de nuestros clientes y la sociedad".

En concreto, los productos energéticos destinados al transporte han perdido fuelle, un hecho al que se suma la inestabilidad en el precio del crudo derivada de los desequilibrios entre oferta y demanda. "La reducción de la demanda se prevé que se corregirá a corto-medio plazo dada la recuperación que está existiendo en la actividad económica, en concreto en el transporte", apunta Boix, que añade que "la inestabilidad en los precios del crudo puede permanecer por más tiempo si no hay cambios en los posicionamientos de los paises productores".

Plan de resiliencia

Repsol anunció un plan de resiliencia con medidas a corto y largo plazo. Un primer objetivo del plan es "salvaguardar la caja y la liquidez de la compañía, que en un contexto como el actual, se encuentran fuertemente tensionadas". Pero la empresa mirá más allá y planifica su estrategia "para atender a la recuperación y estabilización de la economía y establecer cual será la nueva situación y previsiones para cada uno de nuestros negocios". Boix constata que "esta situación de pandemia ha cambiado muchos sectores y por tanto requerirá fijar el nuevo punto de partida sobre el que tomar decisiones y establecer líneas estratégicas que podrán tomar forma en los próximos años".